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El sonido de madera quemándose en la chimenea era lo único que se lograba escuchar en la sala de reuniones del consejo, además de aquel particular ruido que hacían el papel al ser movidos de un lado a otro. Un hombre de ojos verdes y con algunas canas miro por varios segundos a la joven pelinegra de ojos plateados sentada a un lado de su hermano hablando en susurros, este mismo hombre codeo levemente a otro de una exagerada barba larga, carraspeó llamando la atención de los hermanos quienes levantaron la visita

- Alteza escuché que ha envíado invitaciones a distintos lugares para posibles candidatos a su futuro esposo - nuevamente Theia se encontraba en reunión con algunos nobles del consejos, la mirada de todos aquellos hombres se dirigieron a su persona - creo que lo mejor para usted sería casarse con un hombre de este imperio de un estatus alto y que tenga un puesto importante

Theia sonrió jugando con un bolígrafo que tenía en manos y luego miró a aquel canoso hombre de extravagante barba

- Gracias por su preocupación conde Crispín, pero hay algo que dejaré muy claro el día de hoy para todos en esta sala - se acomodó la trenza que tenía hecha a un costado - yo no seré vendida como una yegua al mejor postor que sería un hombre que me duplique en edad, si me caso sería bajo mis condiciones y por voluntad propia claramente mí matrimonio no será con ninguno de ustedes y con todo respeto deberían de dejar de hablar de esto - le sonrió tomando sus cosas - que tengan una bonita mañana señores, tengo un asunto con la Emperatriz - hizo una pequeña reverencia saliendo del lugar dejando a todos aquellos hombres boca abiertos por tales palabras de la pelinegra -

Le dedicó una pequeña sonrisa a sus doncellas las cuales las estaban esperando fuera de la habitación para ir a la pequeña fiesta de Té que navier organizó con el fin de buscar a algunas candidatas que estuvieran dispuestas a ser doncellas de compañía de Rashta, el camino hasta el lugar no fue tan largo, ya que la pequeña fiesta se daría en los jardines del palacio central

- Oohhh alteza también estará en la fiesta de té - una de las tantas invitadas que se encontraba sentada en la larga mesa captó la atención de todas, quienes miraron como la pelinegra se acercaba hasta donde estaban - Buenos días alteza

- Buenos días a todas, se encuentran muy hermosas - las muchachas se sonrojaron y algunas cubrieron sus rostros con los abanicos que tenían en mano -

Theia sonrió levemente afirmando con su cabeza y se sentado a la derecha de dónde se encontraba sentada navier, la rubia de ojos verdes le dedicó una pequeña sin mostrar los dientes y luego suspiro para mirar a todas aquellas muchachas presentes en el lugar, todas ellas eran hijas de funcionarios políticos del imperio incluso algunas tenían padres que trabajan en el palacio en algún puesto importante

- La verdadera razón por las que pedí su presencias el día de hoy es para pedirles un favor - todas prestaron atención a las palabras de la emperatriz la cual tenía una expresión algo nerviosa -

- Claro majestad haríamos cualquier cosa por usted - todas afirmaron -

- El emperador me a solicitado buscar algunas doncellas de compañía para su amante - todas arrugaron sus frente cubriendo sus bocas con abanicos o servilletas mirándose la una a la otra, Theia que no decía palabra alguna miraba las reacciones - ¿alguna estaría dispuesta a hacerle compañia? ¿Ocurre algo? Notó que están incómodas

Una castaña de pelo largos hasta la cintura y de ojos rojos sonrió un poco incómoda dejando su abanico sobre la mesa y miró a la emperatriz

- Lo que sucede majestad... es que recientemente no se ha hablado de otra cosa que no sea de la amante del emperador y que es una esclava fugitiva - las doncellas de Theia que se encontraba parada detrás del asiento de la pelinegra se miraron y luego miraron a las invitadas - y como sabe para una noble aceptar ser la doncella de una esclava fugitiva será algo muy vergonzoso

the princess of the eastern empire  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora