Kerem miraba con mala cara a aquella anciana mujer que se encontraba enseñándole a leer correctamente y aprender distintos idiomas al igual a qué sus dos compañeros sentados a sus lados quienes cuando la vieja anciana se daba la vuelta para buscar un papel le daban una mala mirada y volvían a hacer las tareas que se les habían encargado a hacer.
Theia había buscado a su antigua maestra de idiomas para que les enseñará todo lo necesario en cuanto idiomas a sus ahora guardias personales quienes en un principio se sorprendieron pero ahora no les agradaba nada aquella mujer que les hacía volver a escribir la misma palabra 20 veces de seguido si no lo escribían bien
- Mínimo para dentro de un mes aprenderán un idioma diferente - la voz de aquella mujer hizo que los tres levantaron sus cabezas y la miraron atentamente, la mujer tenía que ayudarse con un bastón para caminar por lo que cada cierto tiempo se sentaba en una pequeña silla mecedora - alteza la princesa se sentirá orgullosa del trabajo de ustedes si aprenden idiomas diferentes
- ¿En qué nos ayudará a nosotros aprender tantos idiomas? - Demian dejó de escribir en aquel papel amarillento, la mujer canosa sonrió acomodo su espalda en la reposera de la silla -
- Las clases que están tomando los tres no son clases cualquiera jóvenes ustedes están siendo educados para ser manos derechas de alteza la princesa Theia en un futuro
- ¿Manos derecha de la princesa? Nosotros? - susurro un poco impresionado el pelinegro de ojos miel, la anciana afirmó volviendo su vista en aquel libro de tapa gruesa que tenía en manos -
- Si hay algo que siempre admire de la pequeña paloma es que es astuta - susurro la mujer - ella sabe rodearse de gente fuerte y leales a ella, ustedes no serán la excepción aprenderán eso lo sé
Los tres se miraron entre si y luego miraron a sus hojas respectivamente, volviendo a escribir todo nuevamente
- Las invitaciones han sido enviadas alteza a todos los hijos de nobles que estén en el rango de edades que solicito - el cuerpo de la pelinegra descansaba en un gran sillón en el jardín bajo un árbol de ramas que caían como cascadas - incluso se me ha sido informado que han mandado unas cuantas cartas el reino occidental- Al reino occidental? - Janet afirmó haciendo que la pelinegra mirara las ramas de los árboles - el imperio no ha hecho tratados con el reino occidental desde aquella vez
- Podría beneficiar en cierta parte que pueda contraer matrimonio con algún noble de aquel reino alteza y evitar más conflictos de los que ya han ocurrido
- Han ocurrió tantas cosas Janet que es imposible olvidar - susurro, Janet rápidamente se sentó en una de las esquinas del sillón tomando las manos de la joven pelinegra y le sonrió -
- Alteza no debería pensar mucho en ello, por el momento debe preocuparse por usted misma y su futuro - la de cabellos verdosos le sonrió, sonrisa que se le fue devuelta hasta que ambas levantaron sus cabezas al notar que algunas plumas empezaron a caer sobre ellas - plumas???