Ghost of You || Kim Namjoon

44. Confía

Namjoon's POV.

Anna y yo volvimos a la sala de espera después de que Jess nos notificara que el horario de visita había acabado por el momento y que en algunas horas podríamos volver con ella. Nos explicó la rutina que realizarían en ella para asegurarse que todo estuviera en orden, Anna suspiró y noté como juntó sus manos y a susurrar leves palabras que se perdían antes de salir de la habitación.

– Tengo fe en que despertará, ¿verdad? – afirmó al mismo tiempo que preguntaba.

– A estas alturas no sabría que contestar, Anna. – Me miró comprensiva y asintió lentamente, volviendo a susurrar palabras solo para ella cerrando sus ojos para concentrarse mejor y entendí que estaba rezando.

Decidí quedarme en silencio para no interrumpirla, pero al mismo tiempo me daba curiosidad como funcionaba el rezar. Es decir, ¿cuáles son las bases de eso?, ¿de verdad es posible que ella despertara si solamente rezamos?

– Eres igual de ansioso que ella – escuché a mi lado y la miré sin comprender lo que decía. Anna señaló mi pierna que se movía constantemente y me avergoncé, deteniendo los movimientos repetitivos.

– Lo siento.

– Nath siempre me cuestionó sobre la fe en Dios – comenzó a decir –, le costaba mucho trabajo entender la parte de la religión. Es una persona con un razonamiento científico por sobre todas las cosas, es entendible. Y me imagino que estás en la misma situación que ella.

– Me cuesta trabajo entender todo eso. Tal vez no tenga un punto de vista científico como ella, pero hay algo más que no termino de entender – le confesé con total honestidad sin sentirme juzgado por mis ideales.

– Es algo complejo. Es como decir que nadie sabe que es lo correcto o lo incorrecto, que está bien y que está mal... – me miró para buscar mi respuesta, asentí sabiendo a lo que se quería referir. – Lo moral y lo ético también es complejo, la religión es complicada, todo en esta vida es difícil de entender. El ser humano jamás podrá resolver todos los dilemas que hay en este mundo.

Amaba tener este tipo de conversaciones con Anna. Tenía un punto de vista muy diferente y jamás me había juzgado por mis opiniones; ella siempre me decía "más sabe el diablo por viejo, que por diablo", dándome a entender las diferentes experiencias que ha vivido a lo largo de sus 50 años.

– Aquí es donde pones a prueba tu criterio y por todo lo que has pasado. Yo puedo decir que Dios es el ser todo poderoso y que traerá de vuelta a mi niña, pero Joe te va a decir que la medicina es la que la salvará... ¿Quién está bien? – me preguntó y analicé su pregunta, pero me quedé en silencio. – Ahí está el detalle, nadie sabe quién está bien. Si ella regresa ¿cómo sabremos qué o quién fue el que la trajo de regreso?

Suspiré ante sus palabras emotivas y llenas de cuestionamientos. En verdad todo lo que sucedía en este momento era complicado y comenzaba a darnos un gran dolor de cabeza, enterrando aún más la intriga y preocupación de saber que pasará.

– Puedes hablar con Joe. Él es doctor y te dirá un punto de vista médico y muy científico, pero por mucho tiempo estuvo interesado en la teología y cómo influye en su práctica diaria como profesionista – aconsejó con su mirada maternal, tomando mi mano para darme confort.

– Gracias, Anna.

– Solo te puedo decir que no pierdas la esperanza. Si tú luchas, ella luchará por ti.

Volví a agradecerle, sintiéndome un poco menos ansioso, pero ese sentimiento no dejaba mi mente tranquila y aún seguía cuestionándome acerca de la religión.