Ghost of You || Kim Namjoon

48. Ella...

Maratón 1/2

Namjoon's POV.

–¿Te duele mucho? – la voz de Jin me sacó de mis pensamientos y lo miré sin haberlo escuchado en lo absoluto –, ¿duele?

Negué con la cabeza restándole importancia, aunque me impresionaba lo rápido que había comenzado a inflamarse mi muñeca mientras trataba de mover los dedos para ver si sentía dolor.

–No hagas eso, vas a lastimarte–  Jin tomó mis dedos con los suyos para retenerlos.

El doctor encargado de la sala de urgencias se acercó a nosotros y Jin, como buen adulto responsable que era de vez en cuando, se irguió en su lugar.

–Bien, en las radiografías no hay evidencia de fractura, tuviste suerte muchacho. Te pondremos una férula para restringir movimientos–  con un solo gesto, le indicó a la enfermera y ella asintió –. Tendrás que guardar reposo algunas semanas para que sane correctamente, te recetaré algunos analgésicos para ayudarte a sobrellevar el dolor.

–Gracias–  me limité a decir y el asintió, garabateando en la historia clínica que me habían hecho el momento en el que entré a la sala.

Claramente la atención inmediata se debía a la compañía de Joe, quien se mantenía serio, como si estuviese reviviendo ese acontecimiento una y otra vez en su mente.

–Gracias, Link. Te debo una grande– le tendió su mano y el doctor la tomó con gusto.

–No es nada, amigo. Hoy por ti, mañana por mi– sonrió y los dos compartieron una pequeña risa.

–Estaré esperando ese favor mañana–  bromea Joe. Me sorprende el cambio repentino de personalidad que tienen los hombres de la familia Cadeine.

Siempre pensaba que jamás vería a Joe en esa fase, como su abuelo y su papá.

–¿Podemos irnos? – pregunté incómodo y con ansias de volver con Nath.

–Todo está en orden. No se preocupen por nada– aclaró el doctor y supuse que hablaba sobre los trámites que se necesitarían al tenerme aquí como "paciente".

–Gracias– fue el turno de Jin y me miró, inclinando su cabeza suavemente para indicarme que me parara.

–Gracias.

Jin se colocó a mi lado y me tomó de un hombro, como si me estuviese sujetando para no caerme.

–Estoy bien– informé, pero hizo oídos sordos.

Me ignoró y me resigné a caminar a su lado, hasta llegar al elevador y cerrar las puertas rápidamente sin esperar a Joe.

–Puede tomar el otro elevador– aclaró leyendo mi mente –. ¡Dios! No sé como soportas el gen Cadeine– reprochó.

–A estas alturas, ni yo lo sé– miré la pequeña pantalla encima de las puertas –, me enamoré de Nath, no de su familia– recalqué. Jin sonrió por mi comentario y sentía su mirada fija en mí.

–¿Estás bien?

–Mmhh– vacilé sin saber que responder.

–Namjoon-ah...

–Estoy cansado, Hyung– respondí con sinceridad, sintiéndome así desde lo más profundo de mi cuerpo.

–Lo sé.

–No sé que hacer. Tengo muchas cosas que pensar, pero me da miedo decirlas en voz alta. Parece que tengo que darles gusto a todos, Joe ahora me odia, Yoongi cree que pudo haber hecho mejor trabajo con elle, todos me miran como su fuese el culpable de todo esto...y... no sé que hacer, Jin– sollocé y froté mi frente en señal de desesperación.

–No tienes la culpa de nada– trató de consolar.

–Entonces, ¿por qué me siento culpable? – pregunté dolido.

–Son muchas emociones, Nam. Ella es tu novia y tu eres el principal dentro de esta situación. Obviamente hay reproche por parte de todos, no lo voy a negar, pero...– detuvo su oración cuando el elevador abrió sus puertas pensando en que alguien entraría, pero el pasillo estaba vacío.

–¿Pero?

–Tú la conoces mejor que nadie, por lo tanto, tomarás la decisión que tú creas que ella pueda tomar. Hazlo por el bien de ella y por el tuyo. Son una familia pequeña, no importa nadie más, ni Anna, ni Joe, ni los chicos y yo, solo ustedes dos– explicó y por un mínimo instante sentí paz en mi interior.

Asentí tragándome las ganas de volver a llorar, pero dándole la razón a mi amigo. Haría lo que sería mejor para ella y para mí.

Y si eso implicaba dejarla ir, no me opondría a ello.

-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Volvimos a estar reunidos todos en aquella triste y pequeña sala, siguiendo en la espera de noticias de Nath.

Anna se encontraba molesta con Joe. Melissa le había contado lo ocurrido con Carly y no tuvo ningún impedimento de reclamarle a su hijo por haber tratado así a su esposa. Joe solamente mantenía la cabeza baja al escuchar el regaño de su progenitora, porque sabía perfectamente lo que había ocasionado.

–Tranquilo– escuché la tierna voz de Melissa a mi lado, tomándome de la mano para calmarme cuando notó que comenzaba a jugar con la piel alrededor de mis uñas.

Susurré un leve gracias y sonreí para tranquilizarla, pero por algún motivo me sentía raro. Era diferente la sensación que tenía, como si algo me faltase.

Las manecillas del reloj se escuchaban lentamente en la sala y contaba cada sonido con el objetivo de distraerme y encontrarle un ritmo.

De pronto escuché un zumbido molesto en mis oídos, sacudí la cabeza para intentar quitarlo, pero seguía martillando mis tímpanos. Miré a todos pensando en que también lo escuchaban y noté que nadie se movía.

Suspiré extrañado, porque me sentía diferente. Justo como había dicho Nath que se sentía la mañana del accidente.

No...

Comencé a respirar con rapidez al empezar a hilar todo.

Sentí el cuerpo pesado y el corazón romperse en mil fragmentos. Todo comenzó a darme vueltas.

Escuché pasos acercarse a la puerta de la sala. Por ella, Carly entró respirando entrecortadamente, con lagrimas en los ojos y sin poder pronunciar ni una sola palabra.

–¿Carly? ¿Estás bien? ¿Qué pasó? – preguntó alterado Joe al ver a su esposa en ese estado de shock.

–Ella...– intentó hablar–, Nath...– sollozó cubriendo sus labios con su mano.

–¿Qué pasa con Nath? – pregunté asustado acercándome a ella.

–Nam– me miró con sus ojos llenos de lágrimas.

Mis labios comenzaron a temblar sospechando lo que pasaba.

–Ella...

En ese momento, dejé caer las lágrimas y me rendí por completo.

💔

Un pequeño maratón para empezar la recta final... preparen esos pañuelos querid@s amig@s.