I.

2K 209 18
                                    

Habían dos cosas que Quackity sabía, la primera, que a veces detestaba el barrio en donde vivía y la segunda, que el pequeño Merlon estuviera siempre fuera de su hogar.

Claro, si a eso se le podía llamar "hogar", el azabache no se consideraba alguien amable o generoso, pero era muy distinto con aquel pequeño niño, cuando lo conoció, el pequeño de cinco años en ese entonces apenas y tenía que vestir, no supo exactamente como, pero le había agarrado un cariño enorme al pequeño y durante los siguientes tres años cuidó de él como si fuera su propio hijo.

Volviendo al presente, allí lo vio otra vez,  sentado en la acera frente a su casa, y como era seguro quizás y ni había comido todavía, frunció un poco el ceño, se acercó al pequeño y se sentó a su lado

-Hey, Merlon- el mayor llamó su atención al verle aún inmerso en sus pensamientos -¿Comiste ya?

El niño solo le miró y bajó la mirada, Quackity ya sabía lo que eso significaba

-Mijo, ya te dije que no es necesario que me esperes para comer, puedes entrar y salir de mi casa cuando quieras- terminó por decirle

El pequeño solo atinó a abrazarle, el mayor supo que algo no andaba bien, puesto que apenas sintió aquellos bracitos rodearle una pequeña humedad se hizo presente en el pecho de su camisa.

-Ya no puedo, de veras que no, papá y mamá nunca están, y cuando están siempre están peleando y regañándome, ¿Por qué lo hacen?, Yo siempre trato de ser un buen niño pero aun así... Aun así...- sus sollozos se hicieron más sonoros -Quizás nunca debí de haber existido así ellos serían felices-

El azabache lo estrechó más contra su cuerpo

-Merlon, no, no digas esas cosas... mijo, quizás ellos no te quieran, pero yo sí, te adoro como si fueras mi propio hijo, eres lo más bonito que tengo-

El niño se separó del mayor, secó sus lágrimas y lo miró a los ojos

-¿Me promete que nunca me va a abandonar?- preguntó con esperanza en sus pequeños ojitos

-Te lo juro- concluyó el chico con una sonrisa

.

Eran alrededor de las nueve de la noche, el pequeño Merlon apenas y se preparaba para ir a dormir, había terminado su tarea con la ayuda de Quackity, ¡Y habían tenido galletas con chispitas de chocolate para la cena!, parecía un excelente día.

En la cocina, estaba el azabache limpiando mientras tarareaba una canción de Selena, ya era como una especie de rutina hacer aquello, estaba sumido en su labor hasta que escuchó unos golpes llamando a la puerta principal.

"¿Quién chingados puede ser a esta hora?" pensó

De todas las personas que pudo esperar tras aquella puerta, no pensó que serían aquellos sujetos, podía esperar a su amigo del trabajo que siempre le intentaba pedir que lo cubriera, al vecino que siempre tocaba para pedirle algo prestado, incluso a su mamá pero no a dos policías diciendo "tenemos ordenes de llevarnos al menor Merlon..." y para ser sincero dejó de escuchar luego del "llevarnos a Merlon" solo pudo ver como subían al niño a uno de esos autos y lo llevaban a él también para que dé su declaración respecto al pequeño.

Ya en aquel puesto policial le hicieron preguntas que se esperaba, respondió tranquilamente y por suerte no hubo nadie que intentara culparlo de secuestro por dejar que el niño se quede con él, claro que cuando preguntó el motivo de aquello todo tuvo sentido.

"Hemos recibido una denuncia de parte de un vecino diciendo que el menor no estaba recibiendo los cuidados que necesita, fuimos a constatar los hechos y al establecer que era verdad procedimos a actuar, el niño será enviado a un albergue durante este proceso"

Un albergue, claro que lo mandarían a ese lugar pero imaginarse a su pequeño, solo, confundido y probablemente llorando pensando que también lo abandonó cuando hace apenas unas horas le juró que nunca lo haría, pegó fuerte en su corazón. Le juró que nunca lo dejaría solo, y lo cumpliría.

-Mijo, ahí voy por ti- dijo para sí mismo antes de dejar el puesto policial

Quackity estaba totalmente decidido a tener al pequeño Merlon bajo su tutela y haría todo lo posible para hacerlo.

notita del autor

corregido y revisado.

¡Dad, dad and me! | luckityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora