¿Cuál es el siguiente paso?

5.2K 341 46
                                    


Capítulo 21


Luciano

-Está haciendo investigaciones, si le pregunta a las personas correctas dará con la verdad en cualquier momento-habla el hombre delante de mí-. Y si al encontrar la verdad recuerda, puede que demos con la memoria pero así mismo si ella sabe lo que hay ahí estás arruinado.

-Estaremos, si ella descubre que tú lo supiste todo este tiempo...

-Ella eventualmente lo entenderá -se alienta a sí mismo-. Sé que lo hará.

-Sigue repitiéndote si eso te hace sentir mejor -me le río en la cara-. Con que la mantengas lejos de mí y de mis negocios no me importa lo que hagas con ella.

Se que no le gustan mis respuestas pero jamás lo mandé a que se encariñarse con esa muchacha, su trabajo fue vigilarla todos estos años y mantenerme al tanto de todo.

-Parece que ahora está bajo la protección de Masevit, bajo apariencia trabaja para él pero la ha estado custodiando con demasiados de sus hombres para tratarse de una más en sus filas -no puede ocultar la ira en su voz-. Ese cabron se trae algo con ella.

Puede ser, ese imbécil ha sido una maldita piedra en mi zapato luego de que su padre muriera.

Ella se está convirtiendo en una más, creí haberme librado de ella pero al parecer no es así.

-No creo que logre nada con ella, esta tan traumatizada que apenas va a tolerar que se le acerque -inquiero-. Tus palabras, no las mías.

-Dejemos atrás eso, no hables así de ella -aclara su garganta-. Mejor dime, ¿cuál es el siguiente paso?

-Debes seguir vigilándola, infórmame de todo. No olvides que si me llegas a traicionar será ella quien pague las consecuencias de tus actos -amenazo-. Y sabes que no me refiero a tu preciosa Kore.

-Créeme que lo tengo más que presente.

Es el claro ejemplo de que aunque lidere una gran organización es tan manejable como una marioneta cuando se tiene el incentivo correcto. No te puedes hacer invencibles si tienes talones de Aquiles que pueden ponerte de rodillas en cualquier momento.

Se va sin crear un conflicto, como dije el tiene demasiado que perder si decide rebelarse a mí. No lo ha intentando en muchos años y no creo que lo haga ahora.

Muchos lo han hecho y no terminado nada bien para ellos, la mayoría y con más influencias de los perros fieles de Alessandro fueron eliminados del juego por no jurarme lealtad cuando tomé su cargo por falta de herederos suyos.

Tuve que buscar mi propia gente pero no importó, ahora estoy donde estoy.


Todo habría seguido su curso y no habría desestabilidad si no se habría corrido el rumor de que la perra de Lilian Reed estaba viva, algunos inferiores dentro de mi organización aún recuerdan a aquella mujer que era la mano derecha y ejecutora del antiguo jefe e incluso la protegida del viejo decrépito de Giulio Lombardi.

No podía ser ella y yo lo sabía mejor que nadie, no cuando fui yo quien la vio dar su último aliento.

Tenía que ser alguien más, y tuve una revelación, recuerdo a la niña que estaba esa noche pero huyó, supe que era suya y del bastardo de mi primo, me bastó ver esos ojos grises iguales a los de él y ese rostro angelicalmente perverso idéntico al de su madre. Por un tiempo creí que murió pero después de un año, quién le había dado seguimiento para encontrarla, lo hizo.

Me dio toda la información de donde y con quién estaba, incluso fui informado de lo que pasaba pero dejé que las cosas tomaran su curso y la dejé ahí esperando a que solo la matara, por unos momentos pensé en que había sido así pero luego de unos años.

Me di cuenta de lo equivocado que estaba cuando él me contactó para decirme el parecido que había entre ella y Liliana, no dudé en dar marcha al plan de mantenerla vigilada. Él ya tenía una deuda conmigo así que fue fácil tomar algo preciado para él y tenerlo a mi merced.

Aquella niña tenía más información de la yo pudiera pensar, ella sería mi ruina si descubre lo que su mente guarda, pero no puedo deshacerme de ella hasta tener aquella memoria en mis manos.

Unos ligeros toques que conozco me haces espabilar fuera de mis pensamientos.

-Adelante.

Aranza, mi hija mayor se abre paso en el despacho.

-¿Interrumpo algo?

-Por supuesto que no, bebé -mi apodo ya hace sonrojarse-. Ven aquí.

Abro la silla instando a que se acerque y se siente en mis piernas, como siempre puede que ante los demás esté mal visto que me atraiga mi propia hija pero nadie tiene porqué saber lo que pasa dentro de esta casa, no si yo no quiero que se sepa.

Este es otro de los secretos que guardo que no pueden jamás salir a la luz, nadie puede saber que cuando me encierro con mi hija en mi despacho bajo la excusa de las finanzas de nuestros negocios, ya que ella es la encargada de llevar la contaduría, en realidad son encuentros placenteros.

Aquello empezó como algo inocente, pero cuando se metió en mi cuarto en uno de los tantos viajes que hacía su madre y su hermana, me confesó lo que sentía por mí, no fue muy difícil caer ante el encanto de su cuerpo.

Es por eso que prohibí que se casara, no quería tener que compartirla, busqué a un bastardo de los tantos que tuve para cubrir las apariencias. No podía permitir que un desconocido se quedara con ella y por consiguiente con lo que he logrado todos estos años.

Al principio cuando supe que iba a tener una niña y no un niño supe que su destino sería desposarla con alguien influyente en la organización y que así siguiera el poder en mis manos a través de ella y sus herederos.

Sin embargo todo cambió cuando la tomé como mía.

-Te necesito -susurra en mi oído cuando ya está en mi regazo.

-¿Ah, sí? -asiente y su mano viaja a la pretina de mi pantalón endureciéndome en segundos-. Tómalo si lo quieres.

Se relame sus labios y su mano me acaricia por encima de la tela y...

-Padre... -llaman afuera, Aranza se levanta de inmediato acomodando su ropa y yo hago lo mismo antes de permitir la entrada-. No quería interrumpir, pero hay un problema en uno de los laboratorios que requieren tu presencia.

El bastardo que nombré recientemente mi heredero se parece mucho a mí, físicamente, es como una copia de mí, maté a la puta de su madre cuando quiso ocultar su paradero.

Esta parado frente a mí y puedo notar algunos moretones en su rostro pero decido ignorarlos.

-¿Cuál de todos? -sumerjo mi mente en trabajo para bajar mi erección.

-En la del lado sur de la cuidad, en el territorio de Luca -informa-. Entraron y quemaron todo a su paso.

Superficial (+21) Libro IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora