Capitulo 7- Secreto.

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-Ok, ya tenemos todo para ir a casa- Lucy saco unos libros de la taquilla y yo me pegué en la cara mentalmente por olvidarlo. La cita con Sean no podía cancelarse y tampoco podía no ir con las chicas, estaba re jodida y no sabía que hacer.

-No me siento bien- Mentí, llevaba dos meses esperando este momento y no lo desperdiciaría

-En casa hay pastillas para el dolor de cabeza y fiebre- Miley intervino- Podemos pasar por allí antes de ir a lo de Lucy.

-Saben, quiero ir a mi casa y dormir un rato, bañarme, tomar sopa y mirar una película... ¿Les molesta si hoy salen solas?

-Por favor ven- me rogaron

-Si veo que me siento mejor iré- bese la mejilla de cada una y me fui por la puerta del instituto a prepararme para mi cita.

No me gustaba mentirle a mis mejores amigas, por que se supone que entre amigas no hay secretos. No quería ocultar nada a ellas, mostrarme lo más transparente posible. Encima no les estaba haciendo caso ya que ellas me repetían "Sean miente", me estaba arriesgando a un gran "te lo dije". Nada me aseguraba que el no mentía.


Me terminé de pintar el ojo izquierdo con sombra negra y sonreí satisfecha con el resultado. Tomé mi bolso y comencé a buscar las llaves del auto pero no las encontré, fruncí el ceño, caminé por toda la casa pero no las encontré.


-¿Alguien ha visto las llaves?- grité buscando por el living.


-Se las llevó Mamá- Jev se acercó a mi comiendo una manzana de lo más tranquilo.


-No puedo ir caminando, mira los zapatos que tengo- me quejé pataleando.-Espera, ¿no puedes llevarme en tu bici?


-Poder puedo, pero no quiero- le dio otro mordisco a la manzana y lo miré mal


-Hago tu tarea un mes- le rogué.


-De acuerdo- se levantó y salió de la casa conmigo pisándole los talones.


Nos subimos a la bicicleta, los primeros 10 minutos nos los pasamos tratando de descubrir como hacer que dos personas entren en la bici sin caerse ya que no tenía asiento trasero. Los otros 5 minutos tratando de que pueda arrancar por que no tenía fuerza y solo avanzábamos unos metros. Cuando ya íbamos 20 minutos intentando me paré y lo miré a mi hermano.


-¿Le digo a Sean que me pase a buscar?- casi no terminé la frase cuando me interrumpió.


-Si.


Tomé mi celular y marqué el número del chico. Al cabo de unos segundos contestó, di un largo suspiro buscando las palabras para pedirle que venga por mi.


-Hola- mordí suavemente mi labio- No puedo ir en auto ¿Puedes venir a buscarme?

-Ese era el plan- rió bajo- Estoy por llegar, no tardo.

-De acuerdo, te espero en la puerta- dije y colgué la llamada.


Me senté en los escalones del pórtico y comencé a esperar. Decidí agarrar mi teléfono para matar el tiempo, el ruido de las ruedas sobre la acera me hizo levantar la mirada para ver a Sean bajando del auto. No tardé en sentir mi corazón latir desbocado, con mi cuerpo desesperado por hacer contacto con el. Podría jurar que cada vez que sonríe un brillo me ciega un poco, tal y como en las películas. Así de perfecto, así de celestial.

Heart AttackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora