Capitulo 8- Lluvia

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Lluvia. 

Eso era lo que me rodeaba, eso era lo que se mezclaba con mis lágrimas y disfrazaba mis sollozos cada vez que chocaba contra el suelo. A veces me sentía como la lluvia, cae, se evapora en la atmósfera para volver a caer. No terminaba de recuperarme de la caída y ya me evaporaba preparada para mas golpes. 

No me preocupé en buscar un paraguas, solo dejaba que el agua moje mi cabello y haga de el un desastre. Mi ropa se notaba cada vez más oscura a medida que iba caminando, la verdad era que nada me importaba, sentía que el nudo en mi pecho se expandía y iba rompiendo cada parte de mi. Me retorcía por dentro, por momentos mi respiración era tan agitada que no entraba el aire en mis pulmones. El nudo se transportaba a mi cuello y no me dejaba respirar, los músculos de mi cara estaban tensos y me dolían. 

Una vez que llegué a mi casa tiré mi mochila a un lado de la puerta y comencé a escurrir el agua de mi remera mientras notaba mis lágrimas saliendo de mis ojos. Un gemido se escapó de mis labios tras tratar de respirar y no poder debido al fuerte nudo de mi garganta.

-Hija preparé hamburguesas- mi madre salió de la cocina y al verme empapada frunció el ceño-Pero mira como vienes- me regañó.

-No encontré paraguas y no pensaba quedarme sola en el instituto- dije suavemente. Por mas que estuviera mojada yo diferenciaba el agua de lluvia con mis lagrimas. Ellas estaban tibias mientras que el resto de mi cuerpo temblaba por el frio.

-Cuando es así me llamas y yo te busco- entró al baño y salió de allí con dos toallas.- Quita- señaló mi blusa mojada, me la quité y cuando rodeó mi cuerpo con una de las toallas sentí el calor invadir mi cuerpo. 

-Gracias- murmuré cubriendo mi boca con el extremo de la tela que me cubría. 

-Ahora a comer

-No tengo hambre- me quejé pero ella me tomó del brazo y me llevó a la cocina sin importarle lo que dijera.

-Come, anda- una sonrisa invadió su rostro- Son de las que te gustan, tienen cheddar y tomate. 

Negarle la comida me fue imposible, estaba muy emocionada con respecto a ello, se ve que se había esmerado. Lentamente la comí, masticando en cámara lenta cada trozo que entraba en mi boca. 

-Estuvo delicioso ma- corrí el plato despacio hacia delante y me levanté de la silla. 

Entré a mi habitación, me apoyé en la puerta y dejé mis lágrimas caer. Estaba cansada de llorar como una bebé, pero sentía un dolor tan fuerte dentro de mi que no lo controlaba. Cerré con pestillo, sentía una fuerte presión en los oídos, apreté mis puños hasta sentir mis uñas lastimarme. Caminé hasta el espejo de mi habitación y miré mi cuerpo. Gorda.

Llevé mis manos a mi cabeza y me agarré el pelo para despeinarlo en un ataque de nervios.

"Gorda" 

Rasguñé mis piernas, mis manos temblaban. Me golpeé las piernas mientras fuertes sollozos salían de mi boca. 

"Gorda"

Apreté mis manos contra el espejo. 

"Gorda" 

Grité fuertemente, arranqué el espejo del muro y lo destrocé contra el piso. 

-GORDA- chillé y me seguí tirando del pelo. Busqué el tacho de basura en mi habitación y lo tomé indecisa.


¿Iba a vomitar? lo iba a hacer. Apreté mis ojos dejando salir mas lágrimas, eran sacrificios que debía hacer para que Sean me quiera. Estaba entrando en crisis, no pensaba con claridad, la sociedad me estaba obligando a esto, para ser aceptada por ellos debía hacer eso. Debía vomitar. 

Junté mis dedos, indice y pulgar. Me los llevé a la boca y en medio de un gemido vomité.  Sentí mi estomago deshincharse, volví a raspar mi úvula con mis uñas y mi estomago se alivió aún más. 

-HIJA- comenzaron a oírse golpes en la puerta de mi cuarto, sentí que la destruiría.

-Déjame- grité envuelta en llanto. Los golpes no cesaban y los gritos de mi madre tampoco. 

Me arrastré hacia los vidrios tirados en el suelo, no pensaba con claridad, nada me detendría. Así como había vomitado haría esto. 

-HIJA POR FAVOR ABRE LA PUERTA- la madera se resquebrajó un poco.

¿Quería morir? No, en realidad no. Tenía cosas buenas, pero lo que Pamela y Mary me dijeron esa misma tarde tenía tanta verdad. Era gorda, fea y tenía unas actitudes horribles, no era una buena persona, había perdido a mis dos mejores amigas de toda la infancia diciéndoles "Falsas, ambas son clones y no entienden nada". Todo por decirme que Sean era un idiota, no les creí y decidí seguir detrás de el. La verdad era mala, les había mentido a mis nuevas amigas, le rompí el corazón al chico que amo, le pegaba a mis hermanos y siempre peleaba con ellos. No era una buena persona, estaba haciendo mal las cosas en mi vida y eso era motivo suficiente para quitármela a mi misma. 

Agarré un anotador de mi escritorio y entre lagrimas escribí mi carta de despedida. 

Seres queridos: 

                            Lo primero que voy a decirles es "Lo siento". Lamento haber sido una carga durante 16 años, más que nada a mi madre que fue la que siempre me aguantó. En cuanto al "Por que" de mi decisión debo decirles que no tengo una razón puntual. Solo siento que dentro de mi ya no queda nada, estoy cansada de sentir que no encajo y sentir una constante presión por parte de las modas y la sociedad. No es culpa suya, siempre los amaré. Fueron lo único que me permitió aguantar tantos años y seguir adelante. Estaré siempre agradecida por todo lo que hicieron por mi, son lo mejor que me pasó en mi corta vida. Soy solo un humano, me caigo y me duele. No quiero que se echen la culpa por mi muerte, no importa que hubieran hecho. Cuando a uno le llega la hora de irse y se siente listo no hay otra opción. 

Mi corazón se hace trizas al escribir esto. Las lagrimas que caen sobre la nota hacen que se borroneen un poco las letras. Lo que mas me duele es dejarlos a ustedes, pero siento que lo mejor que puedo hacer es alejarme de sus vidas. 

Siempre en mis corazón. Los amaré sin importar donde esté. 

Doble el papel y lo dejé sobre el suelo. Los gritos de mi madre no cesaban, la madera cada vez se rompía más. Mis hermanos lloraban del otro lado con un sollozo constante. 

Entonces lo hice, agarré el vidrio mas filoso que encontré y furiosa lo pasé por mi brazo. Un gemido se escapó de mis labios, pero no de dolor, en ese momento me dolía mas lo emocional que lo físico. Otro tajo y la sangre comenzó a brotar cada vez mas abundante. Tragué saliva, otro tajo. Sentía que me comenzaba a desvanecer, pero aún así pasé por última vez el vidrio. Caí sobre el suelo, los ojos se me empezaron a cerrar, veía una luz, un alarido se escuchó, pero no sabía si era mio o de alguien más. La puerta se abrió y no supe nada más. 

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Otro capitulo feo :( ahre 

Bueno, me gustaría que comenten, ya son 1K y 40 votos. ¿Que les parece hasta ahora? 

All the love H. No mentira, Zoe.

#OhNoHarry 




Heart AttackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora