Capítulo 7- ¿Te viste al espejo?

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Cuando entré en mi cuarto sentía mi corazón en las manos, latiendo enamorado, sentía que moriría allí mismo. El amor era tan lindo, todo era color rosa y llovían peluches. De repente olvidé lo que se sentía estar triste o enojada, ahora tenía ganas de bailar, sonreír y escuchar canciones melosas que solo hablan de lo hermoso que se siente estar enamorado. Caminaba sobre nubes, todo sabía dulce, hermoso, el mundo era un lugar mejor. Me sentía capaz de todo, podría lanzarme de un risco y me saldrían alas, podría abrazar a todo el mundo, podría cantar súper fuerte lo mucho que amo el mundo, lo mucho que lo amo a el. No lograba sacar de mi cabeza sus ojos celestes, no lograba olvidar el delicioso aroma que me llevaba a otros lugares, su aroma. No lograba dejar de pensar en su risa, no podía ver otra cosa que no sean sus labios. Pero me olvidé de un pequeño detalle, las nubes no son tan firmes como el suelo, un paso en falso y estaría en caída libre, me estrellaría.


-Amo el amor- Chillé y me lancé en mi cama con mis manos sobre mi pecho. Estaba agitada, me sentía mas viva que nunca. Mis manos se elevaban por mi respiración y volvían a bajar.


Mi celular empezó a sonar y estiré un brazo para atender.


-Lo perdonaste- me acusaron del otro lado de la línea.


-¿Quien habla?


-Lucy y Miley


-No lo perdoné ¿De que hablan?


-Te vimos en la tele


-¿Qué? ¿De que hablan? Estuve todo el día en mi casa.


-Pasaron por detrás de una reportera que estaba dando una nota sobre el Zoológico


-Se deben haber confundido, estuve en cama, me siento mal- Odiaba mentirles.


-Mándanos una foto tuya ahora- cortaron la llamada.


Me levanté rápido de la cama, me puse una playera vieja por encima de vestido, y me quité el maquillaje a la velocidad de la luz. Puse cara de enferma y me tomé una selfie para enviárselas.


*De acuerdo, te creemos*


Solté el aire acumulado y me acosté en la cama nuevamente para dormir. 


***

-Hola dulce- Sean se acercó a mi ni bien crucé la puerta de entrada del instituto. Intentó besarme pero lo alejé.

-No en el instituto, no quiero que lo sepan. Ahora la gente nos esta mirando, intenta besarme y te abofetearé- sonreí.

-No, esto es demasiado- se quejó y empezó a caminar. Lo tomé de la mano e intenté acercarlo.

-Lo siento- lo atraje a mi y acerqué mi cara a la suya.

-Ya me cansé de remar en barro, tu decides. Yo ya estoy cansado- volteó y me dejó sola en el pasillo. 

Había desperdiciado mi oportunidad de estar con el chico de mis sueños, el había luchado por mi y yo lo desaproveché. Una vez más era yo la que debía esforzarse, tenía que estar a sus pies rogando una oportunidad. Siempre terminaba así, al final era yo la que terminaba de rodillas pidiendo perdón.  Me dí cuenta que las nubes sobre las cuales caminaba se estaban desvaneciendo, comenzaba a caer. El aire pesaba como rocas y se atoraban en mi garganta provocando un fuerte nudo. Todo lo que el día anterior era maravilloso se pintaba de gris oscuro y tristeza. Miré a mi al rededor y la gente me observaba fijamente, formando como un circulo. Las voces me sonaban lejanas, me empecé a marear mirando a todos lados buscando a alguien que me sostenga antes de desmoronarme. 

Heart AttackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora