Tokyo estalló, hubo muerte y destrucción en la que los héroes difícilmente se repondrían. Un joven, entre las sombras, se daría la tarea de rescatar a su país, sus amigos, su maestro y los amores de su vida del mal que representan Tomura Shigaraki y...
Era noche de viernes, las calles de Japón se encontraban con un pintoresco caos, abandono y destrucción. Tras las fugas de varios convictos, la delincuencia y el crimen organizado incrementaron considerablemente. Muchos héroes principiantes y algunos veteranos eran sorprendidos y rodeados por varios sujetos.
Varios héroes terminaban en el hospital, algunos casi asesinados. A los pocos villanos que podían atrapar, solo decían que al fin los héroes habían acabado y que era el turno de aquellos que fueron ignorados por la sociedad.
Eraserhead veía las escenas de crimen a lo lejos, su trabajo como héroe nocturno le permitía resolver casos sin el acoso del amarillismo. Le daba impotencia que todo esto pasara, aunque el bien y el mal siempre coexistan, le molestaba ver homicidios de civiles, robos y asaltos en grandes cantidades.
Sí es cierto que la ausencia de héroes ya es factor porque algunos empiezan a retirarse porque, tras los sucesos de Tokyo, los profesionales creen que ya no serán capaces de lidiar con todo y temen por sus vidas. En cierta forma es justificable, pero también eso significa que realmente la sociedad se está desintegrando.
Para el sábado en la noche, Aizawa llegó al edificio 1-C de la Heights Alliance a la medianoche para buscar a un chico. Un joven de pelo morado, piel muy blanca y lleno de ojeras con su uniforme deportivo.
— Tan puntual como siempre, sensei. -decía el joven mientras se ponía unas vendas especiales alrededor del cuello como el profesor Aizawa-.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— A partir de hoy tendrás un nuevo compañero, Shinsou. -le respondió Shota mientras le indicaba que lo siguiera-.
El joven no dijo nada, solo se limitó a seguir a Aizawa. Cuando salieron de los límites de la UA, los dos intercambiaron miradas para luego asentir y saltar bastante alto y utilizar sus vendas para movilizarse.
De edificio en edificio iban columpiándose a un ritmo veloz pero consistente. Aunque a Shinsou le fallaba un poco el cálculo para enlazarse con una superficie dura, lograba reponerse, sus reflejos habían mejorado bastante desde que el héroe borrador decidió entrenarle tras el festival deportivo.
Así pasaron varios minutos hasta que llegaron a un dojo abandonado, en donde estaba un joven encapuchado con una máscara verde muy oscura y un protector tipo bozal un poco destruido pero efectivo para ocultar su rostro.
— Bueno, supongo que sabes qué vamos a hacer ahora. -indicó Aizawa mientras veía al joven encapuchado- Shinsou, tú pelearás con él. Tú podrás usar tu kosei, él no, será una prueba para ver tus avances, solo no dependas de tu don.
Hitoshi se preparó para ponerse frente a frente a su rival, el encapuchado tomó posición de pelea. Un paso al frente, puño izquierdo a la altura de su cuello y el derecho pegado a su tórax.
— Las reglas son simples, pierde quien pase más de 5 segundos en el suelo, gana si el otro se rinde o si queda inconsciente. Así que prepárense. -Aizawa levantó su mano-. PELEEN.
Shinsou se acercó corriendo para golpear de frente a su oponente, quien se preparó para esquivar un puñetazo, pero esto fue una finta porque el pelimorado saltó para lanzar una patada voladora hacia el rostro del otro.
El encapuchado reaccionó flexionando la espalda hacia adelante para evitar la patada, este hizo un giro sobre su propio eje en 180˚ para responder con otra patada, pero hacia la pierna libre de Shinsou, quien logró esquivarla de un salto. Ese medio segundo que tuvo el pelimorado tras saltar fue suficiente para ponerse nuevamente de frente y lanzar un izquierdazo hacia la cabeza de su adversario.
Pero este último estaba agachado con la pierna estirada, logró con su pierna libre impulsarse hacia la derecha para esquivar el golpe y ponerse de pie de una sola zancada a espaldas del joven . Sin embargo, el encapuchado logró tomar el brazo de su oponente con su mano izquierda y con la derecha lo tomó del abdomen.
— ¿Quién eres tú? -preguntó Shinsou molesto tratando de activar su don-.
Su plan salió mal cuando sintió que el agarre de su abdomen fue más fuerte y comenzó a sentir que sus pies se levantaban del suelo. El encapuchado comenzó a arquear su espalda hacia atrás, en un movimiento de dos segundos, el joven Shinsou recorrió con sus ojos el techo del lugar hasta quedar de cabeza.
Un impacto duro contra el piso se escuchó, levantó polvo y Aizawa ni se inmutaba por lo que había visto. Sabía qué podía mejorar de cada uno de los dos, especialmente con Shinsou, a quien le enseñó principalmente el uso de las vendas retráctiles especiales. Pero ahora sabía qué debía hacer.
— Muy bien, final de la pelea. Ahora, ayúdalo a levantarse. -le dijo el profesor al ganador de la pelea-.
Tal y como lo pidió el docente, Shinsou fue cargado como un costal de papas hacia la pared, el golpe que recibió contra el piso fue algo fuerte. Así que buscó una compresa para humedecerla y ayudar al joven de estudios generales a reponerse.
Pasaron varios minutos, la vista de Shinsou estaba tratando de enfocarse. Lo primero que vio fue a Aizawa tomándose un puré de manzana para niños mientras estaba acurrucado.
— Al fin despiertas. -decía Shota con su tono agotado de siempre- ¿Cómo te sientes?
— Me duele la cabeza aún. Ese golpe fue duro, pero impresionante. -Shinsou se enderezó para sentir la compresa fría en su cabeza-.
— Los duplex alemanes son algo extraños de ver en estos días. Pero siempre funcionan para defenderse. -Aizawa fue a botar el empaque de su refrigerio-.
— Pero, ¿quién es él? Se me hace familiar. -Hitoshi se levantó para acercarse al encapuchado-.
Él estaba haciendo dominadas en una barra que se encontraba cerca de una de las salidas del dojo. Las gotas de sudor eran muy notables al caer al piso. Pero cuando escuchó los pasos de Shinsou, este se detuvo de sus ejercicios y cayó de pie para quedar frente a frente al joven, pero este tenía ganas de vengarse de una manera algo curiosa.
— Oe, eres bueno peleando, ¿dónde aprendiste a hacer eso? -preguntó Shinsou con una discreta sonrisa-.
El encapuchado no dijo nada, solo mantuvo su vista de frente al chico. Aizawa veía a lo lejos, como Shinsou estaba de espaldas, no notó los ojos rojos del sensei, quien asintió y fue luz verde para hablar.
— Lo aprendí con tu sensei, se nota que hizo una buena elección al acogerte como su discípulo. Desde el festival deportivo sabía que podías ser un héroe. -respondió el encapuchado-.
Esto hizo abrir los ojos a Shinsou, para que supiera esa información de él tenía que ser alguien que ya conociera. Pero quería asegurarse.
— Dime quién eres. -volvió a activar su kosei, esperando el efecto deseado-.
— No tienes que activar tu quirk para que lo sepas, esta no es nuestra primera pelea juntos. -el chico se quitó la máscara y el bozal-.
— ¿Midoriya?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
