Tokyo estalló, hubo muerte y destrucción en la que los héroes difícilmente se repondrían. Un joven, entre las sombras, se daría la tarea de rescatar a su país, sus amigos, su maestro y los amores de su vida del mal que representan Tomura Shigaraki y...
Un mes antes, tras el anuncio de All For One (mediados de marzo)
Las señoritas Ochako Uraraka y Yui Kodai habían regresado a la UA la noche anterior y luego de una noche de insomnio, ninguna de las dos podía ordenar su mente. Y como si estuvieran enlazadas por una fuerza desconocida, las dos se levantaron en medio de la noche a la banca que está entre sus edificios.
Para su buena suerte, el lugar estaba despejado. Al ser heroínas ejerciendo, el toque de queda era más condescendiente con todos. Así que cuando alcanzaron a verse, se acercaron y se sentaron en dicha banca. El viento y las estrellas adornaban un ambiente tranquilo y nostálgico.
Muchos recuerdos bajo las estrellas se juntaban en las cabezas de ambas. La primera vez que Izuku les dijo que podía llamarlos por ese mote que quedó para siempre, el rescate del campamento, cuando las chicas decidieron invitar a Izuku a una cita, la salida a las aguas termales, la navidad tras la recién pérdida de sus padres, el Billboard donde fue el estallido, la muerte de Izuku en el hospital, las noches en vela llorando por su pérdida, la revelación de All For One.
— Yui-chan. -Uraraka volteó a ver a la azabache, que estaba con una mirada decaída y una pequeña lágrima cayendo de su mejilla derecha-.
La castaña sacó un pañuelo y comenzó a limpiar la lágrima que ella tenía. Inconscientemente, la susodicha comenzó a lagrimear pero con una sonrisa. Hacía un buen tiempo que ella no hacía eso.
— Arigato, Ochako-chan. -Yui acercó su dedo para quitarle las lágrimas que tenía la chica infinito-.
Ambas ya no querían resistirse y se abrazaron fuertemente, sus ojos eran cataratas delicadas pero abundantes. Lo peculiar es que era un llanto, no de tristeza, sino de alegría y esperanza.
— Izu-kun está vivo y debemos encontrarlo. -repitieron ambas mientras intercambiaban miradas de esperanza-.
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(Cr: @ 326xxx1 en Twitter)
— Pero Ochako-chan, debemos decirle a todos lo que dice la carta. Y de ser necesario, debemos buscar respuestas. -Kodai había cortado el abrazo y vio a Uraraka con una mirada firme-.
— Hai, y eso no será problema. -la mochi mostró su teléfono preparando un mensaje al grupo de WhatsApp de la clase A-.
La ojiazul procedió a escribir la misma frase en el grupo de su clase. Al ponerse de pie, intercambiaron una mirada llena de seguridad, estaban dispuestas a hacer lo que sea por su héroe, para traerlo de vuelta a la UA donde pertenece.
A la mañana siguiente, las chicas estaban puntuales en la misma banca. Estaban esperando que se hicieran presentes toda la clase de primer año de héroes. Y con el paso de los minutos fueron llegando, cabe decir que llegaron primero algunos de la clase B.
— Kodai-san, debe ser algo importante para que nos llames. -decía bostezando Monoma mientras estiraba sus músculos-.
— Tiene que serlo, quería cocinar el desayuno antes de ir a entrenar con Tsuburaba-kun y Rin-kun. -decía Bondo que se restregaba sus ¿ojos? por la luz-.
