Tokyo estalló, hubo muerte y destrucción en la que los héroes difícilmente se repondrían. Un joven, entre las sombras, se daría la tarea de rescatar a su país, sus amigos, su maestro y los amores de su vida del mal que representan Tomura Shigaraki y...
El maestro Shota Aizawa se estaba acercando hacia el joven peliverde que estaba parado, nervioso pero firme porque el rostro de su profesor era difícil de leer. No sabía si estaba molesto, decepcionado, serio. Pero su expresión no presagia nada bueno.
— Así que al fin volviste. -decía Shota mientras sus ojos se mantenían ocultos por su amplia caballera-.
Ochako y Yui se acercaron por la espalda de Izuku, pero este les hizo una señal con sus brazos para decirles que él resolvería esto. Así que comenzó a caminar lentamente, a medida que avanzaba, su voluntad comenzaba a tambalearse porque los recuerdos se proyectaban en su mente.
— Ya no necesita seguirme más.
— Gomen, sensei. Pero esta es mi lucha.
Puede parecer poca cosa, pero a pesar de todo, Izuku era incapaz de cambiar sus convicciones cuando lo piensa con frialdad. Él pensaba que estaba en lo correcto haberse alejado, pero una parte de su consciencia sentía remordimiento porque prácticamente abandonó a la única persona que realmente veló por él y lo guió ante la ausencia de sus padres y de su ídolo después del estallido.
Al estar a menos de un metro, Deku se le quedó viendo a Aizawa. Él, aún con sus limitaciones físicas, aún lo apoyó y lo entrenó hasta hacerlo casi una máquina de pelea cuerpo a cuerpo. Así que, Izuku siguió a lo que pensó era lo correcto, así que se arrodilló y posó su cabeza en el suelo.
— Sumimasen, Aizawa-sensei. No espero que me perdone ni que me entienda, pero de verdad lamento haberle dado la espalda. No solo a usted, sino a todos los demás. El miedo de volver a perder a las personas que me importan es algo que sigue muy latente. Siempre dije que no quería volver a preocupar a nadie, pero... -el chico fue interrumpido al sentir una mano en su hombro-.
Izuku se quedó en silencio y lentamente alzó la vista. Eraserhead estaba sin expresión en su rostro, así que solo abrazó fuerte a Midoriya. Era un abrazo fuerte, paternal y de protección.
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(Cr: encontrado en el perfil de eillie_b en Pinterest)
— Mocoso, te dije que no debías hacer las cosas solo, pero también es mi culpa por no saber guiarte mejor. Lamento no haber sido un mejor mentor, y aún así lograste llegar más lejos. Eres un temerario, pero me alegro que estés con nosotros. -Aizawa se separó de Deku-.
— Sensei, no solo se disculpe con él, también con nosotros por irse sin decirnos nada. -Mina llegó a reclamar de manera cómica, como una niña pequeña-.
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