07

1.4K 204 6
                                    

Sunoo estaba completamente aburrido, su mejor amigo no quiso quedarse con él, sus padres estaban en la sala viendo películas muy antiguas que no eran de su agrado, y en su habitación no encontraba nada más con qué entretenerse. Suspiró sonoramente mientras veía sus calcetines de abeja que su mamá le regaló en su último cumpleaños, sus piernas extendidas pegadas a la pared, tarareando una canción para ignorar el hecho de que el tiempo estaba pasando más lento de lo que le gustaría.

Su celular anunció la entrada de un nuevo mensaje, sacándolo de sus pensamientos. Con total pereza, lo tomó entre sus manos sin dejar su posición; de seguro era Jay queriéndolo convencer de ir a la biblioteca, pero no, se negaba rotundamente.

Sus cejas se juntaron en un ceño al ver el número sin registrar. Al principio dudó un poco, si no estaba registrado en sus contactos era porque claramente, no conocía a esa persona, pero aún así, tenía mucha curiosidad, y fue eso lo que al final terminó animándolo a revisarlo.

Una sonora carcajada salió de su boca tan pronto vio la imagen que contenía el mensaje.

Ese definitivamente no podía ser Heeseung, no podía creer que le enviara una foto así para invitarlo a salir.

—Heeseung es muy gracioso —movió sus pies mientras sonreía, analizando segundos después el texto. Se reincorporó sobre su cama rápidamente y releyó— Vamos por un elote... —susurró para sí mismo, una sonrisa inconsciente formándose en sus labios.

¿Debía aceptar? Aún se cuestionaba al respecto por lo sucedido al día anterior. Una parte de él quería aceptar porque era algo que había estado deseando desde hace unos días, pero su otra parte le decía que debía seguir siendo duro por haberlo dejado plantado luego de ilusionarlo, eso todavía lo hacía sentir un poco mal. Tal vez, Heeseung sólo no quería sentirse culpable, tal vez ese día lo pasó con Jake y acaba de recordar que había sido malo con él, aunque si realmente no le interesara, no habría conseguido su número de teléfono.

Eso también debía significar algo.

—¿Qué hago? —se dijo a sí mismo, revolviendo sus castaños cabellos.

Luego de pensarlo un rato, agendó el número de Heeseung, y procedió a responder.

No eres Heeseung 
Heeseung no es así de feo ತ⁠_⁠ತ

Heeseungie 💗

Claro que si
Comamos algo, quiero hablar contigo

Depende 🤨
Viste a Jake hoy?🤨

Heeseungie 💗

...
Sunoo😒

Ya voy 😔✋🏼
Llego enseguida😋

Heeseung rió por lo bajo, releyendo la corta conversación. Se sintió aliviado luego de que Sunoo aceptara verlo, no se sentía muy bien con el hecho de haberlo lastimado. No conocía muy bien a Sunoo, pero podía notar que era un chico muy emocional y sensible, y lo confirmó con el pequeño incidente del día anterior; pensó por un momento en que realmente lo había invitado a salir y en las consecuencias de esa acción, sin embargo, ya no podía cancelarlo, tampoco quería hacerlo.

Cuando Heeseung vio desde su escritorio que Sunoo había llegado a la puerta principal, su corazón empezó a latir un poquito más rápido, quizás por emoción, quizás por nerviosismo, no estaba seguro. Inhaló y exhaló, peinó su cabello con sus dedos, tomó sus llaves y se fue en busca de su compañero de trabajo para avisarle que saldría y que quedaría encargado de cerrar todo.

Caminó a paso rápido entre los estantes hasta que escuchó su voz demasiado cerca, por fin encontrándolo luego de unos segundos.

—Riki... —su voz se apagó tan pronto vio la escena frente a sus ojos— ¡Riki!

The library. ‹𝟹 HeesunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora