extra

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Sunoo resoplo irritado al notar que su maleta no cerraba, puso la rodilla sobre la parte de arriba para hacer presión y así poder cerrarla, pero seguía siendo imposible, nada parecía funcionar.

—Ya te dije, saca las cosas que no vas a necesitar —Jay rodó los ojos, viéndolo desde la cama.

—Todo es sumamente importante, no puedo sacar nada —frunció el ceño, forzando el cierre de la maleta que apenas se movía.

—No necesitas llevarte esos peluches, Sun, sácalos.

Sunoo hizo un puchero, negándose a abandonarlos en su habitación.

—Si es necesario —se cruzó de brazos— No puedo dormir sin ellos, lo sabes.

—¿Heeseung deja que duermas con peluches cuando estás con él?

—Obvio.

Jay suspiró mientras negaba con la cabeza, se bajó de la cama y puso ambas manos sobre la maleta, presionando con fuerza.

—¡Hazlo, ciérrala!

Sunoo se apresuró a buscar el cierre y con todo su esfuerzo, logró cerrarla por fin. Sonrió satisfecho, y aunque la maleta parecía que explotaría en cualquier momento, al menos ya estaba cerrada.

—¡Gracias Seongie! —le sonrió ampliamente.

Jay solo asintió con una corta sonrisa, pensando en que al final, su mejor amigo tendría que abrir de nuevo esa maleta en algún momento y volvería a frustrarse por cerrarla.

Bueno, será problema de Heeseung.

୧ · · ♡ · · ୨

Heeseung subió la maleta de Sunoo al baúl del auto de su madre y luego ambos se subieron en los asientos traseros. Sunoo se encontraba demasiado emocionado, nunca había ido a la ciudad, y según había escuchado, era maravillosa, ruidosa e iluminada.

Los Kim dejaron que Sunoo se fuera con los Lee luego de que insistió mucho en ello. No estuvieron muy de acuerdo con dejarlo ir a un lugar desconocido, pero la señora Lee les prometió que regresarían a salvo y que estaría pendiente de Sunoo, y tras hablarlo entre adultos, por fin accedieron. Y a pesar de que solo estaría en la ciudad por tres días, Sunoo no cabía de la emoción.

Durante el viaje, todos se mantuvieron hablando y riendo, en especial Sunoo que no dejaba de admirar cada cosa que veía tan pronto salieron del pueblo. Una hora y media más tarde, algunos edificios empezaron a verse en el camino, cosa que mantuvo a Sunoo pegado a la ventana.

—¡Ese edificio es demasiado alto! —siguió viendo hacia arriba, sorprendido.

—Es un edificio de departamentos, es de los más altos de la ciudad —explicó cortamente Heeseung, sonriendo enternecido.

Sunoo simplemente asintió, inquieto en su asiento.

Luego de unos minutos, la señora Lee se estacionó frente a una casa que parecía moderna. Sunoo solo pensaba es que en su pueblo no habían casas así, porque podían ser grandes, pero no tan modernas.

Los tres se bajaron del auto, siendo recibidos por el abuelo de Heeseung quien los saludó con evidente alegría, incluso a Sunoo, cosa que hizo muy feliz al menor.

—Tu habitación es muy amplia —se sorprendió Sunoo cuando se hizo paso dentro de esta.

Heeseung asintió, dejando sus maletas y las de Sunoo a un lado de sus muebles. Caminó hacia la cama y se recostó con alivio sobre esta, estirando sus extremidades con pereza.

—Hee, ¿vas a dormir?—dijo el menor con un puchero en sus labios.

—No, de seguro estás emocionado por salir.

The library. ‹𝟹 HeesunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora