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Las cosas transcurrían de forma tranquila y pareciera que todos los conflictos por resolver ya se estaban resolviendo.

Robaire seguía trabajando en sus canciones, solo que esta vez con ayuda de Tae y Jesse; ya que quería involucrarlos más en este proyecto con tal de transmitirles a los fans lo que él sentía.

Ya no se presionaba tanto a sí mismo para no opinar con decisiones de la empresa, cada vez se sentía más con la libertad de poder expresar su descontento con algunas cosas; total ya era un adulto y no es como que la empresa tenga el derecho de manipular lo que escribe en sus canciones.

A eso también agregándole que no permitiría a que se metieran en su vida personal mas a menudo, no todo es color de rosa pero se puede empezar por algo.

Su colaboración con la cantante aun seguía en pie, pese a la poca química músical que habían tenido.

A todo esto el descontento de Alexander se hacía más fuerte, a pesar de que Rob era su eslabón perdido en el mundo de la música; no soportaba la indiferencia de el muchacho a ciertas "recomendaciones" que su manager le daba.

Y es que había una rara obsesión dentro de Alex y no sólo por el dinero si no también por Robaire...

Nadie se dará cuentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora