El Secreto [Byler]

Capítulo 4

Mike se quedó un buen tiempo pensando. ¿Qué acaba de pasar? ¿Para quién iba dirigida la carta? ¿Será que Will tiene novia y no les ha dicho? Pero, ¿por qué no les diría en caso de que tuviera novia?

Una idea le pasó por la cabeza.

La verdad es que, durante el tiempo que Will estuvo en California, Mike no se había comunicado lo suficiente con él. Will lo intentó, pero Mike nunca tenía tiempo, el horario en la escuela ahora le dejaba menos tiempo libre, se había unido a un club y ya casi no pasaba mucho tiempo en casa para atender al telefono. Y no era solo eso, pese a que Will estaba diariamente en sus pensamientos, al volver a casa, no solía probar llamar a casa de Will muy seguido.

Hace tiempo no tenía una buena y larga conversación con Will y tenía miedo de que Will ya no le tenga confianza para decirle sus cosas pero, ahora que se encontraba en Hawkins, aprovecharía. Empezó a pensar en como ponerse al día, en formas de pasar tiempo juntos. Esperaba Will aún quisiera seguir pasando un buen rato con él.

Al día siguiente, justo después de tomar desayuno, decidió ir a la casa Byers para ir a proponerle a Will pasar el día juntos.

Una vez llegó, fue Hopper el que le abrió la puerta.

-Hola -dijo Mike con una sonrisa insegura.

-Tú. ¿Por qué?

-¿Está Will? -preguntó Mike.

-¿Will? Sí, claro, pasa.

Mike soltó un suspiro. Eso pudo haber resultado mucho peor, menos mal y no fue así.

Al entrar saludó a Ce, Joyce y Jonathan.

-¿Donde está Will? -les preguntó luego de saludarlos.

-Va a pintar su pieza, tal vez puedas ayudarlo a sacar la cama y el escritorio de la pieza -respondió Joyce. Mike le agradeció y caminó en dirección a la habitación de Will.

Apenas estuvo frente a la puerta, Mike lo llamó. Will no tardó en salir a recibir a su amigo con sorpresa.

Antes de que Mike llegara, Will estaba escribiendo justamente sobre él en su diario. Había empezado ese diario cuando aún estaba en California, pero no solía escribir muy seguido.

-Mike, no te esperaba.

Si escribir sobre Mike atraía su presencia, escribiría más seguido.

-Hola. Joyce me dijo que tal vez podrías necesitar ayuda.

-Sí. Necesito mover la cama y el escritorio para afuera. ¿Seguro quieres ayudarme?

-Claro.

Ambos se decidieron por primero mover el escritorio y luego la cama.

Antes de que movieran el escritorio, Will sacó lo que parecía un diario que estaba abierto sobre el escritorio y lo apoyó en otro lado. Alcanzó a leer la palabra "secreto" en este, lo que le quedó dando vueltas por mucho rato.

Una vez sacaron todo lo que se encontraba en la habitación, fueron por los tarros de pintura.

-Gracias por ayudarme -le dijo Will. Mike sonrió.

-No hay de que. La verdad es que quería pasar el día contigo hoy.

-¿Sí? Me alegra escuchar eso.

Hubo un momento de silencio.

-¿Quieres que te ayude a pintar tu cuarto? -le preguntó Mike después de un rato.

-Si tú así lo quieres, claro.

Mike asintió y buscaron dos brochas para ponerse a pintar.

-Por cierto, ¿conociste a alguna chica en California?