Cap. 1 "No hay lugar como el... ¿Hogar?"

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Chris tomaba un descanso de su gira por Latinoamérica, la vedad no podía llamarlo descanso, claro, él tenía un tiempo para él, volvió a Scranton Pensilvania creyendo que podría pasar un buen raro, pero más bien era lo contrario, no podía evitar frustrarse por la falta de diversión en su vida en ese momento, anhelaba volver a los conciertos cosa que no pasaría en un tiempo.

Saliendo a caminar se dio cuenta de una enorme casa descuidada que estaba a unos metros de la suya. No pudo pensar más al estar enfrente de aquella casa, mansión mejor dicho... Enorme con un toque rústico, un brochazo de pintura al estilo 'me como todo lo que entra' en cada espacio que había por fuera de la casa. Los jardines estaban impecables, verdes y brillantes como si acabarán de darles agua, pero los jardines no era lo que más destacaba sino las hermosas rosas color blanco. No había otro tipo de flores más que rosas y eso atrajo seguramente la atención de más de uno. No podía imaginar cómo sería la casa por dentro... <¡La recuerdo!>.  Chris se acercó  al cancel negro que estaba alrededor de la casa. Tomo sus recuerdos y los hizo ponerse de forma que todo concordara, recordaba la casa pero solo un poco, un par de veces vio salir de ella a una pareja, sin hijos... Rara vez los veía en la ciudad caminando o al señor yéndose a trabajar, al parecer hacia unos viajes muy largos pues recordaba que la señora se quedaba sola por meses.

-Le recomiendo que no haga eso... ¿Señor?...- Dijo un anciano dirigiéndose a Chris. Cuando este volteo el anciano lo miro de arriba abajo.

-¿Perdón?-Dijo Chris que había escuchado perfectamente, pero el término "señor" lo había molestado mucho.

-Que no le recomiendo que haga eso... La casa es propiedad privada y el cancel es inútil a la hora tratar de abrir, la verdad es que ya unos jóvenes imbéciles, que no eran de la ciudad, trataron de entrar a la casa pero no creo que hayan encontrado algo pues ya no se les ha visto por aquí.

-Oh... Gracias... Y por cierto, no trataba de entrar.- Chris tomo camino sin dejar de pensar en la mansión y se dirigió hacia un café cerca, la verdad es que no era nada cerca pues tardo como 40 minutos encontrarlo.

-¿Qué desea?- Dijo una joven de no más de 25 años con una sonrisa encantadora, radiaba felicidad... De hecho era tanta que a Chris le daban ganas de vomitar.

-Mmm, quisiera un café negro.

La chica asintió y dijo que en un momento estaría su café, Chris esperó y a los pocos minutos el café estaba en su mano, salió de la tienda empalagado de la joven dándose cuenta de lo tarde que se le había hecho y camino a su casa pasando por la mansión, noto una brillante luz que venía de una de las habitaciones de la segunda planta, no como luz de foco sino como luz de vela la cual era muy intensa. Le puso mucha atención hasta que se apagó lentamente. Siguió caminando sin quitarle la mirada a la mansión.


-¿Cuál es el problema con el sol?-dijo Chris dándose vuelta por la cama y tapados con las sabanas de ella.

Tomo una ducha, como siempre no tardo y bajo a desayunar, se tomó su tiempo, su día fue uno de los más aburridos que ha tenido, en la noche como a las 9:40 se encontraba viendo tele, vio su reloj y tomo su chamarra, camino con los audífonos puestos, por inercia estaba enfrente de la gran mansión de nuevo, pero ahora estaba un auto enfrente de la casa, un auto negro muy espacioso. Chris se "escondió" detrás de un gran arbusto en forma de pared, se quedó ahí unos minutos hasta que el auto se fue sin darse cuenta de la presencia de Chris. Camino hacia la entrada y miro un rato hasta que pudo observar movimiento, una chica en la ventana le prestaba atención, podía sentir su mirada, Chris sin darse cuenta estaba sonriendo levemente, ella hizo un movimiento con la mano y Chris se dio cuenta de que estaba prendiendo una vela, ella lo miro por unos segundos después y se dio la vuelta, caminando hacía el interior de la habitación.

Quería saber más de ella, no pude verla muy bien pero se dio cuenta de que era una de las mujeres más hermosas que había visto y vaya que había visto mujeres bellas. Camino hacia la puerta y antes de tocar se la pensó... una, dos... tres veces toco a la puerta pero nadie atendía a ella, Chris con una gran decepción camino hacia los jardines y se sentó mirando hacia la ventana.

Dos horas... dos horas esperando a que la chica saliera o por lo menos se viera algún movimiento en la casa pero nada, parecía abandonada como si nadie viviera en ella, Chris se levantó dando un suspiro y camino haca el portón, miro por última vez a la ventana y ella se encontraba ahí mirándolo, hizo un gesto de negación y le sonrió para después entrar a la casa.


Mundos Opuestos (Chris Motionless y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora