— ¿Perdón?
— Sí, ¿cuál es la diferencia de un beso?
Minho lo pensó unos instantes, parpadeando varias veces ante la repentina pregunta del pelinegro. Jeongin se había acercado de lo más confiado del mundo al verle frente a la máquina expendedora metiendo un billete y oprimiendo los botones para esperar alguna golosina, confundiéndole ante el saludo tan extraño que había tenido.
— Ah... ¿por qué la pregunta? —se agachó al ver la pequeña bolsa de frituras salir finalmente y se alzó abriéndola.
Empezó a caminar haciéndole un cabeceo para que lo acompañara, observándole seguirle con una mueca pensativa. Ambos caminando por los pasillos del instituto tan cerca que sus hombros rozaban de en vez en cuando, escuchando el bullicio de los alumnos y el crujido de las frituras cada vez que sacaba una de la bolsa.
— El otro día Jisunggie habló de eso con un hyung, pero no escuché la respuesta porque tuvo que irse —encogió los hombros doblando por los pasillos que daban directo a las escaleras y subiéndolas a pasos cuidadosos—. Entonces me quedé con la intriga.
— Tal vez deberías preguntarle a él.
— Si le pregunto a Jisung no me dirá, y yo no me llevo con el hyung con quien estuvo hablando.
Minho ladeó la boca desconforme con la respuesta, comiendo otra fritura y deteniéndose al ver la puerta de hierro de la azotea. Jeongin abrió por ellos y ambos salieron sintiendo la brisa fresca pasear entre sus cabellos. Ya tan acostumbrado a ir a ese lugar, Yang dobló para acercarse a la parte medio escondida detrás de la ventilación sobresaliente del techo, sentándose con las piernas cruzadas y mirándole imitarle casi desconfiado. Sonrió divertido al verle asomarse disimuladamente por las orillas del techo, encogiéndose en su lugar.
— Uh... creo que un amigo mío habló una vez sobre eso... no recuerdo qué dijo pero me sé tres diferencias.
— ¿Cuáles son?
Minho le escaneó unos segundos alzando una ceja.— ¿Por qué tanto interés?
— Sólo es curiosidad.
— El piquito, el normal y el intenso.
— ¿Un piquito?
— Es el beso rápido o el beso casto, no sé cómo explicarlo.
— Podrías demostrarlo.
Lee le miró ceñudo.— No lo sé...
— ¿O es que no te atreves? —al ver su confusión continuó— Te reto a que me lo demuestres.
— Ah, ¿estás retándome? Bien —sin decir nada más se acercó velozmente a su rostro para dejar un casto y rápido beso sobre su boca, apenas dejándole tiempo de sorprenderse.
Jeongin aplanó los labios y frunció el entrecejo.— No es justo, fue muy rápido.
— Bien, ahora conoces el beso del piquito.
El menor le observó abultar los labios fingiendo lanzar besos hacia él, y sintió su rostro arder, ya no sabiendo si de la vergüenza o del ligero enojo que comenzaba a sentir al otro estar burlándose de él.
— Eish... ¿y qué hay del normal?
— Ese ya te lo enseñé.
— No lo recuerdo.
— Yang Jeongin, ¿es que quieres que te bese de nuevo? —el pelimorado sonrió divertido.
— Por supuesto que no, besas mal.
Minho pareció ofendido un momento, pero de pronto había dejado de lado las frituras para sujetar su rostro y acercarlo a él para unir sus bocas. Jeongin jadeó de la sorpresa ante el repentino movimiento, provocando que sus bocas se moldearan mejor, sintiendo los suaves y delicados labios moviéndose sobre los suyos lentamente. Sintió al mayor soltar sus mejillas y pasar a sujetar sus hombros para después apartarse otorgándole el privilegio de respirar de nuevo.
Lee sonrió burlón al ver al contrario con sus mejillas coloreadas y sus ojos cerrados con fuerza, en verdad se veía tierno.
— Minho —habló todavía sin abrir los ojos.
— ¿Uh?
— Apuesto a que no me enseñas el intenso.
— ¿Cuánto apuestas?
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── por una apuesta !
De Todomin + jeong / jeong + ho ⚝ yang jeongin amaba las apuestas y no podía negarse a una, ni siquiera a aquella que sus amigos le habían puesto y la cual involucraba a lee minho. ⚐ 〞𝗮𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 terminada. créditos a @thrdflavor. ⚐ 〞soft. fluff...