—Mierdaa... —. Se quejaba en voz baja el muchacho en frente de aquel peli-morado que con una sonrisa lo observaba. Parecía estar encantado con la vista que tenía en esos momentos, el peli-rosa de por sí no podía pensar demasiado.
Unos largos jadeos salían de la boca del psíquico, agarraba con fuerza las sábanas, al punto de casi romperlas, pero tampoco podía evitarlo. Las nalgeadas del médium se sentían demasiado bien, y su mirada estaba centrada en el "amiguito" del mismo muchacho. Aquello le causaba gracia al peli-morado.
Reita puso su mano en la barbilla del contrario, haciendo que este eleve la mirada con un gran rubor en su rostro mientras trataba de acercarse al médium con cierta dificultad, también soltaba gemidos en el proceso al intentarlo, todo aquello ponía tan caliente al contrario que simplemente quería devorarlo por completo.
Quería ver su cuerpo estremecer debajo de él, escucharlo rogar tan fuerte y que sus gemidos hagan eco en su habitación, de tan solo imaginarlo lo calentaba, se demostraba gracias al tamaño que su pene estaba adquiriendo, y eso le daba a entender los pensamientos del chico al que estaba arrodillado en frente suyo.
Miraba con su característica sonrisa pícara, parecía que Kusuo quería algo de ayuda para moverse más cerca de él y besar sus labios rosados, aquello adoraba Reita. Lo veía jadear y gemir con tanta desesperación por sentir su tacto que sus ganas de embestir a aquel pequeño muchacho iban a ganarle en cualquier momento.
—Aaah... Mierda, Reita... —. Gemía el peli-rosa en busca del nombrado, esperando que este se acerque y lo toque con demasiadas ganas de meterse en él, el psíquico de por sí lo quería adentro desde hace unos cuantos minutos que se hacían horas cuando el Toritsuka no se acercaba.
—¿Que sucede?~ —. Murmura con un ligero tono seductor mientras acariciaba la barbilla del chico, observando sus ojos morados brillar de placer y también por sus grandes ganas, cosa que adoraba sin excepción.
El Saiki menor lo miraba atentamente, jadeos salían repetidamente de su boca y sus manos apretaban las sábanas. Trato de levantar la mano para tocar al médium, pero este lo impidió, mirando como aquello desesperaba aún más al joven. Como adoraba verlo de esa manera.
—Reita por favor... —. Suplicaba el jadeante peli-rosa mirando atentamente los ojos del contrario, esos brillaban de lo lujurioso y hermoso que era lo que podía presenciar ante él. — Q-Quitame eso y... Métela, por favor —. Rogó el muchacho, esta vez elevando su mano sin poder ser detenido por el contrario, este estaba siendo demasiado provocador y Kusuo demasiado ingenuo si creía que le iba a hacer caso.
Reita soltó una pequeña carcajada mientras agarraba el trasero del bajo, empujándolo hacia él con este y sin nunca quitar aquel dildo que estaba dentro de aquel adolescente. Eso ocasionó que un jadeo saliera de la boca del joven peli-rosa mientras sus manos se aferraban alrededor de su cuello.
Aquel dildo que permanecía dentro del muchacho tenía una similitud con la cola de un gato, larga y puntiaguda, algo peluda también, pero Reita solo podía concentrarse en lo ricamente sumiso que se veía su novio en frente suyo.
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♥︎𝚂𝚞𝚎𝚗̃𝚘𝚜 𝙷𝚞́𝚖𝚎𝚍𝚘𝚜♥︎
Novela JuvenilA Kusuo le daba vergüenza ver a la cara al médium después de aquellos sueño... Que de alguna forma le agradaba ♥︎Pareja: Reita x Saiki ♥︎Advertencia de hard :> ♥︎Los personajes no son míos, son de Shūichi Asō