Capitulo 1

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   Cambio de escuela una vez más. Odio esto, odio tener que estar enfrentándome a lo de siempre. Ser expulsado por tener mala actitud, conducta y falta de “respeto”. No entiendo cómo las personas esperan a que se ganen mi respeto si son un montón de idiotas incomprendidos, es fácil hablar, criticar y exigir, pero a ellos nadie les dice nada al presumir sus “educación”, “su clase” y porque son mejores que yo. Nadie les pide abrir la boca para que no se metan en lo que no les importa y me aseguro de que se mantengan callados… Al menos lo suficiente.

–Quita es cara Justin –Ordena mi madre mientras conduce haciendo que quite mí mirada del camino–, ¿Te parece qué a mí también me gusta estar buscando una escuela nueva ciertos meses porque te gusta pelear te con tus compañeros?

Esas acusaciones, en especial que salen de la boca de mi madre, son las que más filo me dan. De todo lo que sucede en mi vida lo único que le importa es en el problema en que siempre termino, sí, muchas fueron a causa mía, pero otras no lo fueron, pero las explicaciones jamás serán comprendidas a mi favor.

–No lo sería si al menos me hubieras defendido como debes hacerlo –balbuceo en voz baja.

–¿Defenderte? –Aquí viene–. Estabas aplastando la cabeza de un muchacho con la puerta, ¿Qué les iba a decir? –Su tono era neutral, pero su miraba contenía toda la ira–. Perdón, pero mi hijo solo quería arrancarle la cabeza del cuerpo porque eso hace –Usa el sarcasmo, el maldito sarcasmo.

–¡Sabes que no es por eso! ¡El hijo de pu…!

–¡Justin! –Interrumpe, pero no me detengo.

–¡Me estaba tentando a pelear a ver de que estaba hecho…!

–¡Justin, cállate!

–¡Estaba burlón e incluso se metió con…!

–¡QUE CIERRES LA MALDITA BOCA!

Su grito me detiene, así que solo volteo a la ventana molesto. Ella nunca entiende, yo solo le di lo que quería recibir, callar sus ofensas y por supuesto defender el honor de mi madre, pero pareciera que no le importa. Para ella siempre seré el chico malo desde que me revelé por primera vez contra un chico que me hacia bullying, y le tiré dos dientes al impactar lo contra el suelo a mis
10 años. Siempre soy el malo de la historia, pues mi actitud no es de a gratis solo porque sí.

–Apenas pude conseguir una escuela que aceptara tu hoja de vida –rompe el silencio del auto después de un pesado suspiro–. Tienen unas reglas estrictas que debes acatar, ¿Me estas escuchando? –Asiento sin dirigirle la mirada o lo que ella vuelve a suspirar pesado–. Si vuelves a causar otro lío vas para un internado, en pocas palabras la cárcel…

–Correccional –le aclaro.

El oficial de la última vez fue muy claro con eso, y claro no me conviene, ahí hay gente peor que todos viviendo supuestas vidas normales.

–¡Como sea! Ya suficientes problemas tengo en mi trabajo, personas murmurando cosas sobre cómo
no puedo criar bien a mi hijo. Eso solo me da mala impresión para el que no me conoce.

Ojalá me conociera a mí para que vea que la situación de juzgar sin saber nada son las mismas.

   Mi nuevo director parece igual a los demás, impertinente a favor de los que le pinten inocencia y culpabilidad a mi contra. “Aquí nunca tenemos esa clase de problemas” palabras usadas por todos tanto privadas como públicas en el caso de esta, no sé a quién engañan, si una vez paseando por los pasillos se ve a uno que otro bueno para nada molestando. No tienen ojos para ver lo que realmente pasa hasta que pase algo malo, y ese algo siempre soy yo.

Kira [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora