━━ LOVER AND REVENGER ↯ the batman ✔

ooi. ( 🦇 ) halloween

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CAPÍTULO 1:
HALLOWEEN DE TERROR.

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Catelyn se levantó ese día por dos cosas. La primera, por el brillante sol que se metía a su habitación a través de la ventana abierta y, la segunda, porque su cama se movía una y otra vez de arriba abajo porque su hermano menor se había subido de un salto a perturbar su sueño.

—¡Cat, Cat, Cat! —repetía su hermano menor, Charlie, encima de ella—. ¡Es Halloween, Cat, vamos!

Catelyn se quejó, ocultando su rostro con la sabana. Había olvidado el estúpido día de brujas que tanto emocionaba a su hermano y que a ella le desagradaba por completo. Ese día se cumplía otro año sin su madre, un nuevo aniversario de aquella trágica noche que marcó su vida por completo.

 Aún así, su nulo entusiasmo, no le impidió a su hermanito seguir saltando encima de su cama.

—Mamá dice que si no te levantas vas a llegar tarde a tu trabajo —continuó—. Y hoy es Halloween, Cat, he hecho galletas de fantasmas.

—¿Me guardaste algunas?

—Sí, sí, muchas —chilló de nuevo—. ¡Vamos, Cat, se hace tarde!

Volvió a quejarse, hasta que sintió como su hermano bajaba de su cama y salía de la habitación. Con el silencio que la envolvía, se frotó la cara con las manos y se quitó de encima la sabana. El reloj de su mesa de trabajo marcaba la siete y cuarto, tiempo de sobra para hacer sus cosas e irse a trabajar.

Catelyn era la hija mayor del importante alcalde de Ciudad Gótica, Don Mitchell Junior, y en esas épocas de elecciones, su padre los reñía a todos para que cumplieran con sus responsabilidades y no dejarle ni el más mínimo chismorreo a la prensa de Gotham. Llegar temprano, o a tiempo, a su trabajo era esencial, aunque tampoco se trataba de algo sumamente importante, a su parecer.

Dividía su tiempo en ser camarera de una cafetería y una becaria en uno de los periódicos importantes de Ciudad Gótica, donde su estatus como la hija mayor del alcalde le daba mucha ventaja a la hora de conseguir entrevistas exclusivas o imágenes de crímenes. Aunque, a pesar de las cientos de ventajas que pudiera llegar a tener, usar a su padre para avanzar en su trabajo no le gustaba del todo.

Suspiró, recordando nuevamente la festividad que se celebraba ese día. No le gustaba Halloween, solo era una fecha que le traía muchos malos recuerdos a su cabeza y, que le recordaba una y otra vez que tenía secretos escondidos que nadie podía enterarse para no dañar la reputación de su padre. Catelyn tenía que fingir que su madre era la misma que la de su hermano menor y no la prostituta asesinada de hace años, no podía ir a visitarla al cementerio porque no sabía donde estaba enterrada y, peor aún, siempre tenía que mantener una imagen pulcra y sonriente porque podían haber reporteros de Gótica a la espera de algún escándalo para dañar la imagen de su padre.

Sí, todo eso era bastante agotador.

Catelyn hizo toda su rutina mañanera antes de poder salir de su habitación, completamente vestida y lista para ir a su trabajo. En la cocina, su hermano Charlie comía tranquilamente en la mesa, moviendo una y otra vez los pies que no llegaban a tocar el suelo, en cambio, su madre estaba parada a unos metros de él hablando por teléfono. No veía ningún rastro de su padre por el lugar, todo ese último mes estuvo ocupado por el tema de la reelección.

Se acercó a Charlie y le dio un beso en la cabeza, ganándose una sonrisa de su parte.

—Volverás temprano, ¿verdad? —le preguntó—. Prometiste acompañarme a pedir dulces hoy.