━━ LOVER AND REVENGER ↯ the batman ✔

ix. ( 🦇 ) el fuego

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CAPÍTULO 9:
CONTROLAR EL FUEGO.

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Lo primero que recordaba Catelyn de aquella trágica noche en la que perdió a su madre eran los gritos desgarrados que pedían clemencia, seguida del llanto de una persona asustada por perder la vida y, luego de eso, tres disparos en seco que le hicieron zumbar los oídos por un buen rato.

Recordaba su cara bañada en lágrimas, el latido descontrolado de su corazón y como temblaba de miedo asustada de que el monstruo abriera la puerta del armario y fuera a por ella. Todo el terror en su cuerpo porque sabía que a su madre le había pasado algo malo.

El sobre amarillo seguía ocupando lugar sobre su cama, recordándole la verdad de aquella noche que tantas pesadillas le dio cuando era pequeña y que ahora solo volverían a ella con el rostro de Falcone y el terror en los ojos de su madre al tener el arma en su sien.

«No, por favor, no. Yo no tengo nada que ver con él», era la suplica de su madre, la que repetía una y otra vez. En ese momento solo quería dejar de escucharlo, no le importaba a que se refería; pero ahora con todos esos papeles en mano se daba cuenta de lo que había detrás de esas palabras.

Salvatore Maroni, uno de los jefes criminales más temibles de Gótica, era su abuelo y la razón por la cual su madre estaba muerta. Todo se trataba de la guerra por el poder en la ciudad, sin importar las vidas que podría llegar a perderse en todo eso.

—No lo sabías.

Catelyn frunció el ceño y le echó una mala mirada a Batman.

—¡Claro que no lo sabía, idiota! —gritó, tirándole varios papeles a la cara—. ¡Toda mi vida pensé que mi madre había sido asesinada por un dealer y que mi padre lo encubrió por su puta carrera política! ¡Yo… yo jamás pensé que…! ¡Maldita sea, Maroni, Falcone, todos ellos! ¡Ag!

—¿Por qué no me dijiste sobre tu madre?

El gruñido de Batman la puso de peor humor. ¿Quién se creía ese enmascarado como para exigirle cosas?

—Pretendes que te cuente toda mi maldita vida, ¿a ti, en serio? —bufó—. Me uní a ti porque eras el único que no me dejaba atrás en la investigación, pero aún así no confío en ti. Te lo dije, quieres mi confianza y tú no me das la tuya.

Los ojos oscuros de Batman albergaron un brillo extraño y su boca se deformó en una mueca molesta. La tensión empezó a bailar en toda su habitación, el ambiente se sentía pesado y caluroso, digno de cualquier discusión.

—¿Qué no te he dado mi confianza? ¿Es en serio, Catelyn? —gruñó—. Has sido la única persona en la que he confiado desde el inicio, te dejé venir conmigo a pesar de saber que lo único que tú querías era venganza y si tan solo me lo pedías yo iba a acabar con quien sea que haya tenido que ver con el asesinato de tu padre. Te dejé permanecer a mi lado en todo esto porque de no hacerlo habrías ido por tu propia cuenta a indagar en lugares peligrosos y yo jamás me habría perdonado si te ocurría algo.

—Eso no pareció importante estos últimos días —bufó con enojo.

—Alejarte de mi y de todo el peligro que me persigue era la única forma de mantenerte a salvo —dijo enojado—. Fue mucho más difícil para mi que para ti estos últimos días, yo te necesitaba a mi lado porque tu sola presencia me traía paz y me despejaba la mente de toda la locura que trajo El Acertijo a mi vida.

—No digas que fue mucho más difícil para ti, no sabes lo preocupada que estuve por ti y porque no me respondías, porque no te dignabas a devolverme las llamadas.