Main Attraction- Pansmione

Epílogo.

Después de tanto tiempo aquí ésta el epilogo. El capitulo contiene imagen entre texto para poder imaginar el personaje.

Durante mucho tiempo odiaba la hora de volver a casa. Fuera Hogwarts o en sus últimos años de matrimonio con Ron... Hoy en día no había nada que esperara más. Amaba llegar a reunirse con su esposa y sus hijos en la cálida casa, escuchando sobre el día de cada uno.

Pansy con sus negocios luego de haber dejado su puesto como secretaria tras conseguir a la chica, seguía expandiéndose en el mundo muggle pues no tenía interés alguno de trabajar para el mundo mágico. Aún no perdonaba que tantas personas pusieron adolescentes como soldados para librar una guerra de sangre que no era de ellos.

Sus hijos; William y Daphne Parkinson Granger de siete años habían comenzado a estudiar en el mundo muggle pues su madre, Pansy, había decidido que quería que sus hijos vivieran las experiencias de ambos mundos.

Eran una familia cliché de los libros o películas románticas y eso no podría encantarle más.

Pansy era la razón por la que creía en las segundas oportunidades de la vida, el amor de verdad o la esperanza. Amaba cada sacrificio que habían hecho ambas para llegar a este punto, dando vida a dos pequeñas versiones de ellas mismas que demostraban lo mucho que sentían la una por la otra.

— Hola mi amor, llegue.— Saludo Hermione sosteniendo el empaque de comida para llevar, besando la mejilla de su esposa que estaba en la cocina tomando una taza de té.

— Hola cariño. ¿Qué tal el día?—. Preguntó sosteniendo la mejilla de su esposa, acariciando su labio inferior.

— Tuve muchas reuniones el día de hoy. — Hace una mueca, dejando en la mesa la comida que sus hijos le habían pedido en la mañana antes de ir a la escuela y el trabajo. Era la tradición de "No cocinar en viernes".— Te extrañe mucho.— Murmuró besando los labios de su esposa quien soltó una risita en los labios rojos de Hermione.

— Yo también.— Respondió recargando su frente, cerrando sus ojos y llevando sus manos al cuello de la Ministra de Magia. El vestido rojo de Hermione la hacía lucir muy bien, siempre llevando el honor de la casa en todos lados.

— ¿Cómo estuvo tu día?—. La abrazo contra ella para sentir el aroma a menta y chocolate que siempre tenía su Slytherin.

— Tuve unas cuantas reuniones pero la mayoría fue papeleo.— Juguetea con el anillo de magia de su esposa.— No podía esperar para volver a casa con los niños.

Hermione sonrió.

Recordaba como su esposa pasó de no querer hijos a volverse inseparable de ellos. Ambas habían acudido a terapia donde Pansy había superando poco a poco su miedo a tener hijos por situaciones de guerra o algo por el estilo. Sabía que todo estaba relacionado a lo que vivió de niña pero al estar casada con la Ministra de Magia sabía que nada de eso pasaría de nuevo.

— Hablando de eso. ¿Dónde están esos pequeños lamby?—. Hermione frunció el ceño al no ver a sus pequeños hijos sobre su madre como solían hacerlo todo el tiempo.

— Están jugando con una pista que compraron hoy con sus ahorros luego de la escuela.— Señaló escaleras arriba. — Ve a saludarlos y luego vas a darte un baño. Prepararé la mesa.— Murmuró tomando a su esposa para besarla nuevamente.

— Si, señora.— Le sonrió.

Hermione obedeció a su esposa. Se quitó los tacones al inicio de la escalera, tomando sus zapatillas de lana cómodas antes de subir rumbo a la habitación de juegos que Pansy y ella habían preparado para sus hijos. La habitación de juegos evitaba que la casa fuera un caos completo por los juguetes mágicos o muggles de sus pequeños "corderitos" como solía llamarlos luego de que Daphne les regalara a sus ahijados pijamas y osos de peluche del respectivo animalito.