Un grupo regresaba de su misión se sentían cansados pero felices, todo salió cómo debía ser, a pesar de que les tocó por primera vez, estar dos equipo en un sólo grupo.
Los jóvenes venían hablando animados entre ellos, excepto una castaña de ojos perlas, la cuál tenía su concentración en los dos adultos que caminaban delante del grupo, incluso ignoró a su ex novio que intentaba que hablará con él.
Pero ella sólo tenía ojos para los dos que iban delante de ellos.
La castaña frunció el ceño al ver cómo la rubia, reía mientras se colgaba del brazo del hombre.
Bufo, acaso la Yamanaka no estába ya casada y feliz en su matrimonio, sin olvidar que ya era madre, para que tenía que estar de arrimada a él.
Su molestia crecía, al notar lo cómodo que estába el hombre por los arrebatos de la rubia, al abrazarlo y dar a veces besos en sus mejillas, mientras reía de manera escandalosa.
Sabía que los eran amigos desde su infancia, pero las muestras de la rubia estában de más, al ser ella una mujer ya casada.
Otra historia era él.
Soltó un suspiró.
Él era uno de los hombres más guapos, no hermoso era la palabra que lo describía mejor, no sólo de la aldea sino de las cinco naciones también.
Él y el kazekage, eran los solteros más codiciados.
Tenían un grupo de fans, las cuáles no dudaban en gritar y seguir los pasos tranquilos del pelirosa a cualquier lugar que fuera.
Le irritaba que él estuviera cómodo con la persecución diaria que recibía, era cómo si no le importará.
- ¡Hanabi! - la castaña miró molesta al chico a su lado por su gritó, por lo que no midió el tono de su voz.
- ¡Qué!.
- ¿Te decía que si querías ir a comer conmigo más tarde?.
- No.
- Pero...
- Dije no.
- Me recuerda a Sasuki y a ti.
La castaña miró de nuevo al frente y notó que los dos adultos, los estában observando, al igual que sintió las miradas nada discreta de los demás en ellos.
- No compares Ino, no creo que Hanabi chan sea igual a ella.
El pelirosa sonrió a la castaña, Hanabi sintió sus mejillas calentarse, intentó hablar pero no podía.
Genial, tenía que parecer Hinata ahora.
- Chicos, pueden retirarse a sus hogares
- Pero no hemos presentado el informe al Hokage.
- Tranquilo Konohamaru, lo haré yo no creo que se moleste porque el grupo se retiró a descansar, después de todo la misión fue exitosa.
- ¿No te molesta que no te acompañe también?.
- No Ino, puedes irte a tu hogar, Sai te debe estar esperando.
- Gracias eres el mejor - Ino abrazó al ojijade y beso su mejilla, después se despidió de los jóvenes para irse a su hogar.
Los jóvenes hicieron lo mismo, sólo se quedaron los dos castaños.
- Puedo ir con usted Haruno san.
El ojijade observó a la castaña, la cuál lo veía con sus mejillas rojas, sonrió.
- No hay problema.