Día 3 》Tristeza

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Contexto: Deja tu marca

Izzy se revolvió en el pecho de Hitch y se acomodó de forma que a él le resultara difícil ver el estado de su cara, pero él no necesitaba verla para saber que algo andaba mal y que dicho algo era lo que había causado su llanto

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Izzy se revolvió en el pecho de Hitch y se acomodó de forma que a él le resultara difícil ver el estado de su cara, pero él no necesitaba verla para saber que algo andaba mal y que dicho algo era lo que había causado su llanto. Ella procuraba tener cuidado con la dirección en la que apuntaba su cuerno para no lastimarlo, y sin embargo a él no le hubiera importado con tal de que ella se sintiera reconfortada por lo menos.

Ambos estaban en la parte de la habitación de Izzy, dentro de lo que era el faro y se había convertido en el amoroso hogar que ella había añorado por años, el mismo que le daba la calma que necesitaba para sentirse un poco mejor en momentos como esos. Hitch había llegado de improviso a buscar algo que le había prestado a Sunny, mas al ver a la fémina acongojada, temblando en sincronía con sus sollozos y con una mirada ida decidió que lo demás pasaba a segundo término. Se acercó lenta y delicadamente hasta la cama de Izzy donde ella reposaba sentada, y ella sintió vergüenza de que él la viera en su pena.

Trató de limpiar sus lagrimitas de inmediato una vez que se percató de la presencia del mayor. Hitch no hizo preguntas ni se resistió al fuerte abrazo que ella le dio finalmente. La mirada compasiva y brillante del alguacil fue suficiente para romper la pequeña barrera que había impuesto, una barrera débil y que por sí misma nunca podría sostenerse; Izzy era frágil cuando se trataba de sentimientos, y él era consciente de que ella amaba el contacto físico (especialmente si lo necesitaba de verdad). Para que ella pudiera estar cómoda, Hitch subió a la cama despacio y la cubrió con sus cascos delanteros. 

El pecho de Izzy subía y bajaba entre la respiración agitada que evocaba al llorar, a lo que él acariciaba su espalda y peinaba su ondulada melena en un movimiento suave. Ella jamás lo soltó, y de hecho, su agarre no se había aflojado durante el tiempo en el que se mantuvieron unidos. Hitch se recargó sobre la cabeza de Izzy luego de que ella se refugiara en él sin parar con las caricias. Le rompía el corazón escucharla plañir de esa manera, verla en una faceta diferente en la que no estaba brincando de alegría, gritando entusiasmada o riéndose escandalosa. 

Los motivos por los que ella estaba triste no importaban en ese instante, la prioridad era estar a su lado y que ella tuviera la sensación de que no estaría sola nunca más. Efecto que estaba logrando satisfactoriamente.

"Gracias Hitchito".

No se me ocurrió una buena excusa para que Izzy estuviera triste, pero quería darle una dirección más allá de razones, quería que fuera algo como más

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No se me ocurrió una buena excusa para que Izzy estuviera triste, pero quería darle una dirección más allá de razones, quería que fuera algo como más... ¿emocional? ¿Afectivo? No sabría cómo definirlo pero en resumen que no se basara tanto en hechos sino en intenciones y pequeñas acciones que tienen peso. Sencillito pero bonito, como dice la chaviza.

Tintes de azúcar | FictoberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora