🌪️ Shinazugawa Sanemi 🌪️

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Me puse a pensar cuál personaje podría poner y pss, por qué no? :D

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¿Su relación? Rara, cliché, pero rara, pasaron de odiarse a ser amigos pero odiarse, y ahora son pareja y bueno, si sus yo del pasado los vieran, les daría un infarto.
Sus personalidades se parecían tanto que llegaban a chocar, una cosa llevó a la otra.

Aunque claro, pilar del viento, Sanemi Shinazugawa, el pilar más temido de toda la organización mata demonios, incluso la actitud que tenía con su hermano menor no era la mejor, cualquiera que lo viera difícilmente se imagina lo que sería su vida amorosa.

Pero ahí estaban, ambos se amaban, no habían dudas de ello, bueno, aún si el pilar no era muy expresivo que digamos, trataba de demostrarte cada que podía, lo que sentía por ti, hacerte saber cómo su mundo cambió contigo en él y le fascinaba. Esto hacía que cada detalle que te hacía, se volviera especial para tí.
También hacía lo posible para hacerte más fuerte de lo que eras, pues nunca te lo diría, pero uno de sus mayores miedos es perder a sus seres queridos que aún están con él, y sería un golpe muy duro para él el perderte.

Por eso varias veces en la semana, se les podía ver entrenando, Sanemi trataba de contenerse para no lastimarte, sabiendo que eras de nivel más bajo que él, cosa que a veces te molestaba, a pesar que aún así, más de una vez terminaste derrotada en el piso.- Y así pides que no me contenga.- El albino te dió un poco de agua, llevaban en el dojo un buen rato, así que se dieron el resto de la tarde libre.
- Osea sí, pero tampoco me exijas demasiado.- Tomaste el vaso que te dió, dando un gran trago.- Yo voy de a poquito, así que me vas a tener paciencia sí o sí.- El pilar rodó los ojos para luego sentarse contigo, hacía un lindo día realmente, y estaba muy tranquilo, era de los pocos días que podían pasar juntos sin interrupciones o misiones en medio.

Se quedaron así un rato, sin decir nada, disfrutando la compañía del otro, no siempre era necesario que hubiera una conversación para estar cómodos. Viendo el cielo azul, las nubes esponjosas que pasaban, el sol no estaba tan fuerte, y una brisa ligera se lograba percibir, un día hermoso simplemente.
- ¿Vamos a comer?.- Preguntaste después de unos minutos, ya era la hora de la comida, Sanemi asintió y se levantó en un instante, seguidamente se dió la vuelta y te ayudó a pararte también.

Primero se fueron a asear bien, ambos tenían tierra y sudor en todos lados, como si se hubieran revolcado o hubiera llegado un aire lo suficientemente fuerte como para echarles toda la tierra encima.
Una vez listos, emprendieron su camino al pueblo que estaba cerca de la finca del albino, había varios puestos abiertos a esa hora, a poco antes de llegar al lugar ya olía delicioso, tu estómago rugió, a lo que tu pareja sonrió tiernamente.

Pararon en un local después de un rato, tenía rato que no comían juntos en un restaurante, se sentían como en una cita, habían extrañado estar así.
- Nunca pensé decir esto... Pero realmente añoraba estar contigo, aparte del entrenamiento, ya sabes... Estar en tiempo de calidad, los dos juntos.- Soltaste mientras le mirabas a los ojos, Sanemi, por su parte, se sorprendió un poco al oír eso, pero al poco tiempo sonrió y tomó tu mano.- Una vez acabemos con los demonios, créeme que nunca faltarán momentos como este.

Era algo que añoraban infinitamente todos los días, mucho más el albino, quién imaginaba todos los días una vida contigo hasta el final y sin preocupaciones tan grandes como los demonios.
Pasaron unas horas y ya estaban de regreso, aunque desafortunadamente para tu pareja, se toparon con el tan querido pilar del agua, que iba de camino a su hogar aparentemente.
- ¡Hola Tomioka-san! ¿Cómo está? ¿Qué le trae por aquí?.- Ok, recordemos que a Sanemi no le cae particularmente bien el pelinegro, así que el hecho que hayas reaccionado tan entusiasmada lo molestó un poco, provocando que volteara los ojos y viera a otro lado.

- Estoy de camino a casa.- Contestó simplemente, lo difícil de conversar con él es que sus respuestas no daban material para continuar con la plática, pero ya estando acostumbrada, seguiste preguntando por su vida en los últimos días, y a un ladito estaba el querido pilar del viento sintiéndose abandonado al lado de la persona que más odiaba.

- Sí sí, bueno, nosotros ya nos vamos, ¿Verdad ________?- Ups, ya estaba enojado, lo descuidaste mucho tiempo aparentemente, te diste cuenta de lo que estaba pasando, pero decidiste molestarle un poco más.
- ¿Por qué Sanemi? ¿Qué te molesta? Solo estamos hablando tranquilamente.- Uff, tu mirada lo decía todo, le estabas retando, Tomioka se sentía sumamente incómodo, así que dió unos pasitos para atrás.
- Yo no he comido... Me voy, adiós.- Sin esperar respuesta alguna, el pelinegro se fue, por fortuna para tu pareja. Antes que dijeras nada, te cargó en su hombro y emprendió el camino de regreso a la finca.- ¿Qué pasa Sanemi? ¿Celosito?~ ¿el gran pilar del viento Sanemi Shinazugawa esta celoso?.- Estabas cavando tu propia tumba, lo sabías, eres muy masoquista cuando se trata de eso, solo sentiste su agarre intensificarse y acelerar el paso.

Aún habiendo llegado, no te bajaba de sus hombros, ya te estabas cansando de estar en esa posición, aunque el albino parecía no pensar lo mismo porque te mantuvo ahí un rato más.- ¿Ya me bajas?.- Preguntaste a la vez que tratabas de zafarte de su agarre, cosa imposible.- Nop, tengo una buena vista aquí.- Por si no entendiste, sí, se refiere a tu parte trasera, no pudiste evitar un fuerte sonrojo mientras golpeadas su espalda exigiendo que te dejará en el suelo tranquila.

Estuvo paseando así por toda la casa y no parecía agotarse, así que te empezaste a acostumbrar hasta que te dejó recostada en el futón, aquí venía esa otra parte de Sanemi que te encantaba y te dejaba con las piernas temblando.
Su perversión.

Realmente ambos lo son, pero él toma la iniciativa o el rol dominante gran parte del tiempo, tú solo lo provocas, ejemplo, justo ahora.
Empezó a pasar su mano por toda tu figura, primero encima de la ropa, después por debajo de esta, sus caricias suaves te hacían suspirar, sus toques eran únicos, y él sabía el poder que tenía en sus manos en ese momento.
- Has sido mala al provocarme, ¿Sabes?- Susurró cerca de tus labios, mientras continuaba, tú te retenías de tomarle de la cara y besarlo, la distancia tan corta pero existente entre sus labios te mataba.
Seguía hablándote en susurros de la misma manera mientras conducía sus manos a tus piernas y las apretaba a su antojo, empezabas a excitarte y él sabía qué querías.
- ¿Debería continuar?- Dijo burlonamente mientras paraba sus movimientos, cosa que te molestó obviamente, te moviste tratando de alcanzar su toque, pero la sonrisa del albino tenía otros planes.- Hmmm, creo que no, es suficiente por hoy.- Dicho eso se levantó y fue a la cocina a prepararse algo, dejándote confundida y procesando en el cuarto.
- ....buena esa Shinazugawa, buena esa....

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*Aparece epicamente*
Fue mes de exámenes y calificaciones, ok? Por eso me tardé :'D pero llegué B^

Ahora tengo que seguir actualizando mi otra historia, plis léanla, le falta apoyo Q^Q❤️

Coman sus tres comidas, duerman sus ocho horitas y tomen awita.
Sin más que decir, baii ❤️❤️

One-shot /Escenarios Kimetsu no Yaiba ·En Edición·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora