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Aquí el pedido :^
Bueno, como ya vieron, este es un AU Mafia.
Empecemos uwu
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Muichiro solo quería ser su amigo, no sabía quién era y no le importó hasta que lo descubrió, nadie podría perdonarle, pero estamos hablando de un corazón como el de él, ¿Podría hacerlo?
Iba en la universidad, trabajaba medio tiempo, su vídeo era lo que varios dirían normal, hasta él mismo podría describir su vida como algo así, no pasaba nada fuera de lo habitual, salía de la escuela, iba a su trabajo, dale trabajo a la casa, hacía sus tareas, comía, descansaba y se iba a dormir para luego despertar en un nuevo día.
¿Tú? Absolutamente todo lo contrario a lo que acabo de decir sobre el chico, a pesar de tu joven edad, eras parte de la mafia, una de las jefas más peligrosas, reconocidas y buscadas, aún si pocos eran los que tenían tu imágen física como para reconocerte, así que podías salir sin preocupaciones a cualquier lugar.
Muichiro trabajaba en un café con su hermano gemelo Yuichiro, ubicado dentro de un centro comercial, la gracia que les hacía el que había personas que se confundían al verlos a los dos en diferentes puntos de la cafetería era lo que les sacaba el aburrimiento del día. – ¿Estabas atendiendo la mesa del fondo?– el mayor de los gemelos, Yuichiro, habló primero después de salir de su trabajo. – Sí, ¿Te confundieron conmigo?– el menor contestó, ya se habían acostumbrado a que esas cosas pasaran. – No fue hasta que te pusiste a mi lado que dejaron de amenazarme con sacarme de mi propio trabajo.– Muichiro rió ante su comentario, si bien en lo físico tenían mucho parecido siendo gemelos, sus personalidades eras polos opuestos, siendo Muichiro más tranquilo y risueño que Yuichiro, el último era poco más racional, a veces casi pesimista, y amargado.
Pasabas por la calle cerca del lugar, pasando al lado de los gemelos, sin duda llamaron tu atención, no todos los días encuentras tal cosa a tu paso, el gemelo menor te notó, volteando un poco la mirada para identificar bien, a veces le pasaba que se topaba con alguien de la escuela o que conoce, pero su memoria tarda en reaccionar, así que se quedaba en blanco identificando la persona hasta que daba con el nombre de la misma, y tras verificar que no te conocía, volvió a la plática con su hermano.
No pasaste por alto ese hecho, se te hizo raro tal gesto, aún así no le diste importancia y seguiste tu camino, querías conocer el centro comercial del que tanto se hablaba, sin duda era grande, por la hora solo lograste recorrer algunas tiendas en la entrada, tiempo después tuviste que irte para atender ciertos asuntos que recientemente habían pasado al parecer.
