Gale Hawthorne salió de la estación del tren con las manos algo sudorosas y el corazón en la garganta. Paylor había insistido en que tenía que ir a supervisar personalmente la seguridad de la fuerza de trabajo de las nuevas fábricas de medicinas —que todos los aspectos estuvieran cubiertos y que las personas contaran con las prestaciones suficientes—, además de dirigir el primer censo después de la guerra y regular los procedimientos para la digitalización de documentos que querían hacer. El papel estaba quedando obsoleto, según ella.
Así que tuvo que hacer de tripas corazón y viajar hasta el lugar en donde creció y que llevaba tres años evitando. El lugar que el Capitolio había bombardeado ante sus ojos, donde sus amigos habían muerto a pesar de que él y otros mineros trataron de evacuar a la mayoría, incluyendo a la familia Mellark y a los Undersee; no era cosa suya que no hubieran escuchado... O eso era lo que él se repetía constantemente, así como que la muerte de Primrose Everdeen no había sido su culpa.
Sacudió la cabeza para librarse de los pensamientos intrusivos y comenzó su caminata. Le faltó la respiración ante el primer vistazo real fuera de los límites de la estación. Poco quedaba de las ruinas, escombros y nubes de humo de la última vez, cuando grabaron aquella propo junto a Katniss. Ahora sus pies descansaban sobre concreto y adoquines, en lugar de cadáveres. Edificios pequeños se alzaban sobre casas y negocios de tamaño regular y más allá se veían las grandes construcciones de las fábricas.
Gale había rechazado que lo recibiera un guía. No pensó que necesitaría uno en su propio Distrito... pero este ya no era el lugar en el que creció y no tenía idea de a dónde dirigirse. Las revisiones en la fábrica no comenzarían hasta el día siguiente, así que decidió que era ridículo acobardarse por la novedad y se propuso explorar. Al fin y al cabo, tenía que familiarizarse con el terreno para llevar a cabo su trabajo.
Jardines florecían en donde antes jamás había existido ningún tipo de vida, ni siquiera cuando él era un niño —de haberlo hecho, el polvo de carbón en el aire las habría matado—. Colores neutros y limpios cubrían algunas de las paredes de ladrillos, otras lucían el naranja natural de la arcilla, varios niños iban de acá para allá o de la mano de sus padres y bicicletas remolcaban una especie de cabina para brindar transporte a quienes no deseaban ir a pie. Se veían más animales domésticos y era común ver que la gente criara pollos o cerdos.
Pasó por lo que parecía ser el Edificio de Justicia y entró para anunciar su llegada. Le otorgaron un mapa actualizado, una lista de actividades, un generoso vale de despensa y lo llevaron al hostal en donde se quedaría durante su estancia en el Doce.
Después de establecerse en la habitación asignada, se dispuso a visitar más del Distrito y, si tenía la oportunidad, el bosque. Tenía un poco de reserva, no estaba listo para manejar el primer encuentro con Katniss, pero dudaba que se encontrara fuera a esas horas de la tarde.
No sabía mucho de ella, de todos modos, por lo que debía andarse con cuidado si quería tener algo más de tiempo para pensar en qué le diría una vez que la tuviera enfrente... o a Mellark.
Gale estaba al tanto de que ambos continuaban viviendo en sus respectivos hogares en la Aldea de los Vencedores, al igual que Haymitch Abernathy. Peeta había devuelto la panadería a la vida y pesaba en él que eventualmente tendría que aparecerse por allí para realizar el censo. Katniss donaba parte de sus ganancias mensuales a la reconstrucción del distrito y a la conservación del bosque, a la reubicación de damnificados y a los orfanatos locales. Era todo lo que sabía sobre ellos.
Obviamente no era tan ingenuo como para pensar que después de todo ese tiempo ellos no habrían intentado volver a hablarse o enmendar las cosas, después de todo, Mellark y Katniss habían vivido mucho juntos. Aunque conociendo a Katniss, después de lo que había sucedido, ella mantendría cualquier relación con límites muy claros y viviría únicamente por la memoria de su hermana (cosa que también le preocupaba, pues de ser así jamás lo perdonaría a él).
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ALGÚN DÍA
FanfictionONE-SHOT (DEMO) Gale regresa al Distrito Doce buscando arreglar las cosas con Katniss, creyendo que ella está sumida en la pena de perder a Primrose, sola y retraída en un rincón bajo un par de mantas. Sin embargo, termina dándose cuenta de que las...