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Taehyung tocó el timbre de la casa de su mejor amigo y esperó pacientemente a ser recibido. Había querido ir antes pues las ansias de conocer al tan mencionado Jimin y a su pequeño hijo casi le volvían loco, pero su asistente había renunciado un par de semanas atrás y tenía tanto trabajo atrasado que no había dejado el estudio en días.
Un poco impaciente tras unos minutos sin recibir respuesta, vuelve a tocar el timbre y esta vez también golpea la puerta. Escucha unas risitas tiernas y pisadas dentro de la casa y finalmente la puerta es abierta solo un poco.
El aire se le va cuando ve aquel hermoso rostro tras la puerta. Unos pequeños y adorables ojos almendrados, una nariz tan diminuta cómo un botón, unas mejillas (algo delgadas) tiernamente sonrojadas y para finalizar unos labios gruesos y rosados.
— Mmm... ¿A quién busca? — la suave voz del chico le trae nuevamente a la realidad y espabila tras unos segundos de desconcierto.
— Hola, ¿Esta Kook? — cuestiona con una sonrisa amable en el rostro. El chico le observa detenidamente antes de negar, aún con el rostro asomado por la puerta y el resto de su cuerpo oculto tras esta misma. — soy su amigo, Kim Taehyung.
— Kook está en el trabajo.
Kim asiente comprendiendo. — ¿Puedo entrar?
Ve dudar al chico, pero finalmente este cede y abre por completo la puerta dejando a la vista su menudo cuerpo siendo cubierto por las enormes ropas de Jeon. Es más bajito que el y muy delgado, tanto que sentía que hasta la suave brisa podría romperle en mil pedazos.
