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07

— ¿Estás listo?

Jimin observa al más alto con algo de duda, pero al ver la sonrisa en el rostro de este y recordar lo animado que había estado desde que su amigo Taehyung le dijo que le daría trabajo, no pudo romper con sus ilusiones y tragándose sus miedos asiente intenta regalarle una pequeña sonrisa.

— Tu tranquilo, será un trabajo sencillo y en cualquier cosa que necesites no dudes en ir con Tae, el te ayudará. — sus pequeñas manos son tomadas entre las grandes de Jeon y siente un pequeño apretón en ellas. — si te sientes abrumado o incómodo dile a Tae que me llame y yo iré por ti de inmediato.

— Perdón por ser una molestia...

— Nada de eso Minie. — niega de inmediato y le envuelve entre sus brazos, de inmediato el más bajo entierra su rostro en su pecho buscando seguridad. — aquí estoy para ti, no importa que necesites siempre contarás conmigo.

— Gracias Kook.

Ho entra a la sala con un peluche de un dinosaurio entre sus manos, había sido regalo de Jungkook y desde que esté se lo dió no lo había soltado para nada.

Corrió hacia los mayores y fue tomado en brazos por Jungkook que comenzó a soplar en la pancita del menor causándole cosquillas.

— No, no. — el pequeño se deshacía en carcajadas que inundaban de alegría la casa y trataba de soltarse del agarre del mayor. — papi ayudaaaa.

— Oh, mi bebé está en problemas. — Jimin se apresura a intentar tomar al menor y junto a Jungkook comienza a hacerle cosquillas en la pancita, sintiéndose feliz al saber que su pequeño estaba en buenas manos. Finalmente Jeon se lo pasa y Ho se aferra a su cuello.

— Papi quiero cuentos.

— Amor papi tiene que ir a trabajar. — el pequeño le observa confuso. Jimin nunca le había dejado solo. Sus ojitos se ponen acuosos y las lágrimas no tardan en bajar por sus mejillas regordetas. — no amor, no llores mi cielo.

— Conmigo, conmigo papi.

— Será un ratito cielo, tengo que ir ¿Si? Te quedarás con Kook.

— ¿Kook? — el mayor se acerca a ambos y trata de tomarlo pero el pequeño se niega a soltar a su padre. — no, no. No quiero.

— Escucha amor, papi tiene que ir a trabajar pero volveré rápido y te leerle muchos cuentos para dormir ¿Okay? Volveré.

Después de unos minutos convence al menor de ir con Kook y antes de que llore de nuevo se despide de ambos y sale de la casa. Sentía su corazón destrozado por provocar las lágrimas de su hijo, pero tenía que hacerlo. Con los días el menor se acostumbrará a la rutina, estaba seguro.

Por otro lado a Jungkook le costó trabajo hacer que el menor volviera a animarse, nunca se había separado de Jimin y era difícil para el comprender que tenía que ir sin el.

— ¿Volverá?

— Claro que sí campeón, y nosotros haremos una rica cena para cuando llegue papi, ¿Qué te parece?

El menor asintió y se dedicó a dibujar en las hojas que Jungkook le había dado anteriormente.

— Ho, ¿Y tú otro papá? — en las semanas que llevaban con el nunca había escuchado que el menor lo mencionara, y tras ver cómo se había puesto al tener que alejarse de Jimin le parecía extraño que no fuera así con su otro padre.

— Papá malo, no quiero.

— ¿Malo? — el menor le observa unos minutos hasta que vuelve la mirada y su atención al dibujo.

— Papi llora, no gusta.

Jeon decide que es mejor dejar las cosas ahí, no quiere perturbar la tranquilidad del pequeño después de que le costó tanto tranquilizarlo tras la ida de Jimin.