Llevaba trabajando en esa cafetería dos meses y ya estaba harto. Sus compañeros de trabajo eran dos locos que se pasaban el día gastándose bromas estúpidas y ni siquiera hacían algo productivo. También estaba el peliverde que se lo tomaba enserio pero era un rarito acosador con un cliente de pelo dividido. Y por no hablar de su jefe que tenía cara de amargado y lo único que sabía hacer era mandar y dormir. Los clientes le ponían de los nervios y algunos huían cuando le veían la cara. Pero no podía irse, necesitaba el dinero para mantener sus estudios en la universidad.
El día acababa de empezar y las mesas estaban considerablemente llenas de gente rebosante de energía.
—¡Rata eléctrica! ¡Haz algo útil y prepara un macchiato con extra de espuma! ¡Y tú, Deku, sírvele un pastel de arándanos a la mesa seis! —A veces se preguntaba si el verdadero jefe era él y no Aizawa—. ¡No me pagan lo suficiente por soportaros, panda de imbéciles!
—Emm... ¿Te pillo en mal momento? —Katsuki giró su cabeza, que miraba a la cocina, y posicionó sus ojos en la persona tras la barra. Un chico de pelo teñido puntiagudo, afilados dientes y ojos carmesíes. Llevaba una camiseta de tirantes blanca y unos pantalones básicos cortos rojos. Si no fuese por su orgullo, habría caído rendido a sus pies.
—Genial, otro corredor listillo a las siete de la mañana. ¿Pedido?
—Un café moka cuando pueda, Sr.Gruñón.
—¿Perdón? ¿Quién te crees que eres, imbécil?
—Tú me llamaste corredor listillo, Katsuki Bakugou.
—¿Te crees algo por saber leer una chapa con mi nombre? Felicidades por ello, pensaba que no aspirabas a tanto.
—Grosero... ¿Me preparas ya el café?
—Como sea —se dio la vuelta para así tomar un vaso de plástico y colocarlo debajo de la máquina. Seleccionó el tipo de café requerido y le dejó hacer su trabajo. Mientras, se adentró en la cocina y salió con un pedazo de pastel de frutas, lo metió en una caja de cartón para dejarlo delante del cliente. Luego volvió a la cafetera para sacar la bebida ya hecha y cubrirla con una tapa transparente.
—Pero... yo no pedí esto.
—¿El pastel? Es cortesía de la casa para los nuevos clientes. ¿Quieres algo más?
—Tu número si puede ser —Katsuki abrió los ojos como platos y se ruborizó levemente, frunciendo su entrecejo, ¿estaba coqueteando con él? ¿Para qué mierda quería su número? Se lo pensó por unos minutos, al final accedió. Sacó un permanente de un cajón bajo la barra y escribió su contacto en el vaso de plástico. Casi tirándole el vaso encima, se lo dio al pelirrojo.
—Ahora paga y vete a la mierda.
—¡Bien! ¡Nos vemos mañana!
—Lo que... espera, ¿Qué? ¿Mañana? ¿Vas a volver?
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Roca Explosiva | KiriBaku
Fanfic"Kirishima enseñó a Bakugou a ver lo bueno de los demás. Bakugou enseñó a Kirishima a ver lo bueno en sí mismo" One shots de esta hermosa pareja que se ha robado mi corazón. Los personajes no son de mi propiedad. Créditos a Kohei Horikoshi. La fot...