Una búsqueda peligrosa.

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Una búsqueda peligrosa.

Brant Monterrey.

Abro los ojos por los rayos de luz en la ventana.

Me duele todo el cuerpo y un pequeño llanto me tortura la cabeza.

Me toco el vientre y siento una venda, miro hacia un lado y veo a Eliza dando de comer a la pequeña, está tan concentrada que no se da cuenta de que la observo.

Recuerdo la noche anterior y no se que pasó después pero esa puñalada que Eliza me dio es inolvidable.

Me levanto como puedo llamando su atención e inmediatamente deja a la bebé en su cuna para ayudarme.

_Estas débil, quédate acostado.

_Tengo cosas que hacer.

Me levanto y me toco la herida apretando mis dientes, una pequeña mancha de sangre se ve a través de la venda y la ignoro caminando hacia el baño.

Me quito la venta que cubre toda mi cintura y veo como exactamente cinco puntos la decoran, la herida no está tan grande pero si es profunda al parecer.

Ya me había hecho varias de estás así que no les doy mucha importancia y me meto a la ducha.

Al terminar salgo envuelto con una toalla y eliza no está en la habitación, busco ropa para ponerme dándome cuenta de que todo el plan que tenía en la cabeza se fue a la mierda.

Son más de las diez de la mañana y tengo miles de cosas que hacer.

Me coloco un traje y salgo de la habitación.

_¿No vas a desayunar?.

_No tengo hambre.

Subo al elevador y marco el primer piso, odviamente tengo hambre pero no quiero perder el tiempo.

_Preparen las armas, iremos de cacería.

Recuerdo que tenía otra cosa en mente y es Jensen O'Connell.

Abordo mi auto y dejo que mis hombres se preparen.

Marco el número de Brandon y al tercer pitido me responde.

_¿Que pasa? Te gustó la puñalada.

_Necesito que vengas conmigo.

_Vete tu solo, no quiero morir.

_Que vengas te digo.

_Bien, ¿Dónde estás?.

_En mi casa, tienes tres minutos.

Le cuelgo la llamada y me muerdo los labios cuando veo a Eliza salir del edificio, me toca el cristal y lo bajo observando su rostro que es aún más hermoso por la mañana.

_¿Que?.

_¿A dónde vas?.

_Hare algo con Brandon.

_Yo iré.

_No, no vas.

Me ignora completamente dando la vuelta completa y subiendo en el auto.

¿Por qué no le puse seguro a la puerta?.

_Ire contigo a dónde sea que vallas.

Pensándolo bien, sería hermoso que presenciara la muerte de Jensen con sus propios ojos.

_Bien, esperemos a Brandon.

_Los bebés se quedaran con una nueva niñera.

_¿Y tu hermana?.

_Esta preparando algunas cosas.

_¿Porque no la traes también?, Seguro estaría encantada de ir.

_Bueno, ¿Me esperas?.

_Si.

Veo como sale y cruza la carretera, para entrar al edificio, sería una de las mejores muertes y lo bueno de esto es que se dónde está y lo mataré sea como sea.

Brandon llega casi cuando las veo a ambas salir, abordan el auto y por el retrovisor miro a su hermana que está encogida con vergüenza en su sitio.

Mis hombres ya están preparados y arranco el auto dejando que los demás me sigan.

_¿A dónde vamos?.

_Iremos a tomar fotos al gran risco.

_¿El gran risco? Iba cuando era niña, tengo tanto tiempo sin verlo.

Miro a su hermana por el retrovisor.

_Si, lo supuse, yo también iba de pequeño.

Brandon me sigue de cerca y todos mis hombres también, a los pocos minutos salimos de la cuidad.

Casi una hora después de camino como lo supuse su auto está estacionado en medio de la carretera, el gran risco se ve más enorme desde aquí de lo que recuerdo.

Soy el primero en bajarme y lo veo en la orilla fumandose un cigarrillo.

Me acerco lo suficiente hasta que siente mi presencia y se voltea.

_Te estaba esperando.

_Lo imaginé.

_Supongo que ahora tenemos que resolver esto como personas civilizadas.

_Como los viejos tiempos.

Me quito la camisa y saco mi arma arrojando todo a un lado, el hace lo mismo quitándose el arma.

Estos son los momentos donde sabes que estás jodido y esta vez si lo estoy, no se quién saldrá vivo de esto pero se que me desquitare todo lo que me hizo.

Saga mafiosos #4 Conclusiones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora