SIEMPRE (SASUHINA)

Celos

Me gusta tanto que no me gusta que le guste a otras personas. Es un amor así de celoso.

J.L.B.

Ahora que lo pensaba mejor, no era el único, siempre hubo Uchihas deseando algo que no podían tener, quizá por un tema de ego, orgullo o algo más. Y él, por todas esas.

Conocido por su determinación y habilidades ninja excepcionales, se encontraba en una situación inusualmente incómoda, enfrentando un dilema más complicado que cualquier batalla ninja que hubiera librado. Por primera vez en mucho tiempo, se encontraba perdido en un mar de emociones confusas, que lo había dejado perplejo y desorientado, sin saber qué hacer al respecto.

Sí, cuando se trataba de asuntos del corazón, se encontraba completamente perdido. 

—¡Hey, teme!

Dejó de ver el cielo despejado para girar la cabeza.

—¿Qué?

—No me digas qué, llevo llamándote un tiempo y no me haces caso.

Habían terminado de entrenar y ambos estaban en el suelo descansando, Sai estaba pintando algo bajo la sombra de un árbol.

—¿Qué te pasa? —quería decirle que ya está listo para continuar entrenando, pero al notarlo distraído tenía curiosidad por saber más— Hace días que estás así, eres más raro de lo habitual —se sentó mejor para verlo.

Sasuke gruñó por la palabra "raro", ese rubio lo era, no él. Suspiró cansado, no iba a reclamar eso, no tenía ganas. 

Tampoco quería responder, pero la verdad es que necesitaba ayuda, quizá a pesar de ser un cabeza hueca le podía dar algunos consejos y orientarlo mejor. Además, Naruto Uzumaki, su eterno rival y amigo era la única persona en quien confiaba lo suficiente para hablar sobre esos temas, así que después de mucha contemplación y dudas internas, decidió confiar.

—Es complicado, dobe. No estoy seguro de cómo manejar esto.

—¿Qué pasa, Sasuke? ¿Algo te está molestando? —preguntó, preocupado por la expresión seria en el rostro de su amigo. ¿No podía ser nada malo o sí?

Intrigado y ansioso, Naruto alentó a Sasuke a hablar, ofreciéndole su apoyo como siempre lo hacía. Con un suspiro resignado, Sasuke finalmente cedió y le confesó que había comenzado a sentir algo romántico por una chica, pero no tenía idea de cómo proceder.

Naruto arqueó una ceja, sorprendido por la confesión de Sasuke y luego dejó escapar una risa jovial que detuvo rápido al ver la expresión molesta del azabache.

—¡Eso es genial, teme! Nunca pensé que vería el día en que te enamorarías. Pero, ¿por qué estás tan preocupado? Sakura-chan siempre estuvo enamorado de ti y se pondrá muy feliz cuando le digas tus sentimientos —le dolía un poco, pero si sus amigos eran feliz, él era feliz.

Bruscamente se sentó mirándolo mal. ¿Por qué era así de tonto el rubio?

—Creí que tenías buenos gustos y por eso no prestaste atención a las chicas —dijo Sai emergiendo de la nada con su característica falta de tacto.

Sasuke frunció el ceño ante la intromisión, pero decidió no prestarle atención. 

—No digas eso Sai, y ya que estás aquí, mejor ayuda con algún consejo.

—Bueno —asintió aceptando. Le gustaba ayudar—. Si no quieres morir será mejor que no comas nada que ella pueda preparar —sacó su libreta y comenzó a escribir. Así lo ayudaría en caso de que se olvide—. No busques un apodo que la describa, reacciona mal cuando dices la verdad. No es nada femenina pero si...