HP︙La sorpresa se reflejaba en la mirada de todos los alumnos y profesores que vieron entrar al Niño-que-vivió con un niño en brazos de aproximadamente dos años.
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Sin duda Harry no esperaba encontrarse con Draco Malfoy ante su puerta, y mucho menos verlo sin su actitud arrogante o mirada burlona.
Sin decir palabra Harry se hizo a un lado dejando a Malfoy entrar.
El de pelo platino entró observando la amplia torre donde ahora residía su némesis. Harry cerró la puerta e instó a Malfoy a sentarse en uno de los sillones.
―Supongo que Snape ha hablado contigo...―Empezó Harry cuando vio que Draco no iba a hablar.
―Sí
―¿Y bien?―Harry estudió a Malfoy. La desconfianza y la duda del rubio era palpable.
―No puedo aceptar
―¿Por qué?
Draco apartó la mirada de Harry, enfocándose en la pequeña cocina. No podía decirlo, ni tampoco quería.
―Malfoy―Harry llamó la atención del platinado.―Eres libre de unirte a mi, sin embargo, creo que sería beneficioso para los dos esta unión.
―¿Por qué?―Fue el turno ahora de Draco de preguntar.
―Porque se cual es el futuro que quiere para ti tu padre, y, sin mis observaciones no son erróneas, tú no quieres eso, no quieres ser como él.
Draco se levantó, comenzando a caminar por el lugar, algo intranquilo, sus pensamientos iban muy rápido. Se giró abruptamente hacia Harry, con el brazo izquierdo extendido hacia él. Tiró de la manga hacia arriba, dejando ver perfectamente la marca tenebrosa.
Harry mantuvo la mirada en la marca y luego en el pálido rostro de Draco, frustración y... vergüenza.
―Ya estoy en un bando―La voz de Draco salió como un susurro.
―¿Y es lo que quieres?―Presionó Harry.
―¡POR DIOS, POTTER!―Exclamó furioso.―¡Cómo voy a querer estar en el bando de un maniático imprudente!
―Únete a mí―instó Harry.
―¿No lo entiendes? ¿Acaso esa cicatriz tuya te ha perforado el cerebro al final? Estoy atado de manos y pies, no tengo escapatoria.
―Te estoy dando una salida, Malfoy.―Harry se levantó acercándose lentamente a Draco.―Nunca nos hemos llevado bien, pero no deseo esto―señaló la marca tenebrosa―a nadie, ni siquiera a ti. Te protegeré de Voldemort y de cualquiera que intente hacerte daño, pero necesito tenerte de mi parte, sin sucios juegos.―
Draco vio la determinación en los ojos verdes. Se mantuvo en silencio.
―No me gustan las traiciones, ya he tenido suficiente con mis supuestos amigos.―Harry decidió mostrarse débil ante Malfoy.―Es por eso que no te obligare a nada que no quieras hacer.
