Capítulo V: El volcán Alice

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La longma parecía recobrar la conciencia, abrió los ojos y parpadeó lentamente, apoyó sus patas en la tierra para intentar levantarse, pero notó que no era tierra, parecía como arena, abrió bien los ojos y notó que era ceniza, observó hacia delante y vio la explanada de dicho material, a lo lejos veía un pueblo y un gran volcán.

–…Es…es la isla del fin del mundo, eso debe ser…Felsig.

Lentamente se paró y fue caminando cojeando ya que le ardía la pata trasera izquierda arrastrando toda la ceniza, hasta que sin fuerza alguna para dar un paso más, se desplomó ensuciándose por completo: «No...se que puedo continuar» pensó mientras intentaba ponerse de pie.

Y entonces recordó aquel momento que coronel le salvó la vida, cuando le dijo: «No te preocupes niña, todo saldrá bien», recordó cuando le llevó a tomar un helado ese día y le acariciaba la mejilla, aquella Nicx que había perdido su inocencia aquel día parecía contenta con él, sacudió la cabeza y miró al frente.

Se llenó de determinación y seguridad, piso fuertemente y se puso de pie: «Solo...es un rasguño, tengo que cumplir mi misión», la ceniza entraba en su herida pero no le importaba el dolor, siguió y siguió su camino.

Desprendió su Kirazin y lo tiró ya que no servía al haberse mojado, respiraba agitadamente intentando resistir: «La vas a pagar Nicxeriana».

Le costó una buena media hora llegar hasta la entrada del pueblo que estaban hechas por algún motivo de barro y cal, no tenía mucho tiempo de pensar eso ya que quería distraerse del dolor.

Unos Nicxs la vieron y fueron corriendo a socorrerla, la agarraron de las patas y la llevaron al pueblo, se sentía algo cansada en ese momento, lo único que sintió era una fuerte jaqueca seguido de su cuerpo estampándose contra el suelo.

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La longma solo sentía su cuerpo frío, no podía moverse, tenía la sensación de que se estaba ahogando, no sabía si estaba soñando o era real, parecía que su cuerpo era tragado por el vacío.

Volteó y vio una esfera de luz, intentó correr pero el vacío era demasiado denso como para hacerlo, aquella luz le resultaba familiar aparte de darle una sensación cálida, estiró su pezuña para poder agarrarla.

Cuando de esa luz salió una pata similar al de un venado de color marrón con la pezuña negra, está agarró a Chiemi y le dijo: «No tengas miedo, todavía no ha llegado tu hora, tienes que ayudar a tus hermanas todavía», la longma solo asintió con la cabeza.

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–¡Ah!... –Se despertó del tirón debido a la pesadilla, reguló el ritmo de ritmo cardíaco suspirando lentamente, observó a su alrededor viendo la pequeña habitación en la que estaba, apenas podía entrar la cama, era muy claustrofóbico, gateó hasta la punta y se bajó de la cama, se asomó por el pasillo muy lentamente intentando no llamar la atención, volteó y estampó su hocico contra la cara de un Nicx felino.

–…Me da que te has levantado.

Rapidame se puso firme y retrocedió unos pasos. –Ejem, soy miembro de Gouts, ¿Podría decirme dónde me hallo?.

G.O.U.T.S: Blind FriendshipDonde viven las historias. Descúbrelo ahora