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Pero Millie no hablo con el, le daba miedo hacerlo.

Cuando salió de el hospital estaba siempre en su habitación con el bebé y Sadie era la que le ponía toda la atención.

Jacob solo se levantaba por las noches a alimentar a el bebé con un biberón pero nada más.

Hoy Millie estaba con el bebé en sus brazos en la cama, Jacob llegó y se sentó junto a ella.

Será un buen niño, cómo yo, será un chico trabajador.... Mi pequeño.- Jacob

Jacob miraba con una sonrisa a el bebé para luego besar a Millie.

Cariño, tendré que despedir a Sadie.- Jacob

¿Qué?!.- Millie

Que la despediré, ya pasó la cuarentena y estamos bien, podemos con la responsabilidad no dependemos de una sirvienta aparte se la pasa abrazando a el bebé y asta cantándole. Parece su hijo y lo que necesita es a sus padres, no a una desconocida.- Jacob

Pero Sadie es como si fuera de la familia, nos ayuda mucho.- Millie

No digas tonterías. Podemos solos y ella no es parte de la familia, aparte el bebé va a crecer y debe reconocer la cara de su padre, no la de Sadie.- Dijo claramente celoso.-... Aparte ¿quien tiene una sirvienta hoy en día? mis compañeros de trabajo dicen que es extraño así que la despediré.- Jacob

Pero es mi única amiga.- Millie

¿Porque no llamas a nuestros amigos de preparatoria?.... Bien que ellos no te importan.- Jacob

Jacob...- Millie

¡Ya dije Millie! la despediré y cómo hombre de la casa mi decisión no cambia a menos que yo decida cambiarla.- Jacob

Hijueputas cómo me cae mal.

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Una Carta Por Una SonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora