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Día nueve

Millie estaba en la cocina preparando la comida, Jacob había tomado maletas y se había ido.

Sadie jugaba con el bebé mientras le cantaba una canción, luego lo dejo en una cuna y abrazo a Millie por la cintura mientras Millie terminaba de cortar algunas verduras.

Por dios eres tan hermosa.- Dijo Sadie besando el cuello de Millie mientras sus manos empezaban a quitarle el mandil mientras le provocaba jadeos, luego  le subió su camisa mientras daba leves caricias en su espalda.

Sadie comenzó a besar con más pasión su cuello y aferrarla a su cuerpo. Puso sus manos en la cintura de Millie bajandolas  lentamente, lentamente...

Millie despierta.- Sadie

¿Qué dices?.- Dijo Millie con una sonrisa de malicia ante las caricias de Sadie

¡Millie!.- Sadie

¡Despierta! ¡carajo el niño llora!.- Le grito Jacob

Millie se levantó asustada y tomo en brazos a el niño, corrió y preparo un biberón y se lo dió mientras pensaba.

-Fue... ¿Un sueño?... Pero... ¿Pero que mierda soñe?... Eso fue... No lo sé.- Millie

Sin embargo Millie no la había pasado mal en ese sueño.

Por la mañana, Sadie llegó.

Buenos días Mills.- Dijo Sadie poniendo nerviosa a Millie al recordar lo que soño

B-buenos días.- Millie

¿Todo en orden?.- Sadie

Sí, claro todo bien.- Millie

Sadie fue a preparar el desayuno mientras Jacob tomaba su café y veía su celular.

Estabas casi muerta a noche ¿acaso tomaste un té o algo así?.- Jacob

N-no es que estaba muy cansada.- Millie

Sí Sadie está en el día, duerme en el día porque Sadie no está en la noche y tú debes atender a el niño, yo no.- Jacob

Solías atenderlo por la noche.- Millie

Pues ya no, yo también ago cosas, cosas más complicadas que hacer sopa, preparar un café amargo y arrullar a un bebé. Es todo.- Jacob

-Imbecil, imbécil, IMBECIL.- Millie

Cada día que pasaba Millie detestaba más a Jacob, ya no podía tenerle tanto miedo cómo antes, y ya ni siquiera podía verlo con simpatía.

Ya me voy.- Dijo Jacob acercándose a besar a Millie pero ella se quitó.- ¿A dónde crees que vas? ¿tengo que perseguir a mi esposa para besarla?.- Jacob

Millie ni siquiera lo miro. Jacob por su orgullo fue y tomo a Millie y le dió un espantoso beso que seguro traumara a la pobre Sadie.

Te amo.- Jacob

Jacob se fue y Millie se limpio la boca.

¿Están enojados?.- Sadie

El me hace enojar todo el tiempo, el es el... Imbécil que quiere corregirme en cada acción y decirme porque no quejarme y cómo hacer cada puta cosa.- Millie

Millie encerio parecía molesta.

Lo sé, suele terminar con mi paciencia pero yo solo soy la sirvienta así que debo mantener mi boquita cerrada.- Sadie

No digas eso, no solo eres la sirvienta.- Millie

¿Y entonces qué más soy?.- Sadie

Y cómo si fuera mensaje el recuerdo de el sueño volvió a la cabeza de Millie.

Una Carta Por Una SonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora