Capítulo 8

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—¿Cómo sabes todo eso?

—Era abogada defensora cuando empecé mi carrera, como todos, y ese chico me escogió a mi entre todos los abogados del país para defenderlo, al parecer me tenía en su vista desde que estaba en la universidad. Luego conocí a tu padre, quien trabajaba para él, en otros casos. No confiaba en tu padre, ni en el resto de los abogados, así que después de conocerlo, con toda su historia hice lo que me pidió.

—¿Que?

—Matarlo...—  Al ver la cara descompuesta de su hijo, no pudo evitar reír— Es broma, solo lo defendí cada vez que se metía en problemas, fui su abogada, eso es todo. Solo quiero que sepas que todo lo que te conté es para que entiendas, porque ser absorbido por el abismo es más fácil de lo que crees, ten cuidado con lo que haces de ahora en adelante, en especial si se trata de ese par de hermanos.

Damián se quedo pensando en la conversación con su madre y tratando de entender  cómo era que las cosas habían llegado a ese nivel. Tenía que procesar pronto el divorcio, porque se volvería responsable de otro hijo no biológico, los cuales serían parte beneficiaria en la repartición de bienes conyugales como decía la ley, y para su verdadero hijo no quedaría nada si Lauren decidiera pedir pensión, la conocía cuando estaban casados, y esa ella no pediría nada, pero como ahora estaba en juego todo lo que había pasado con Nathan, y quizás con lo que sucediera con el nuevo pequeño, sí moría ¿Cómo podría pagarlo? No era cuestión de dinero, ni de propiedades materiales, y tampoco era como si fuera posible reponerlo.

Tuvo la oportunidad de arreglarlo todo, pero lo dejó pasar y ahora tendía que lidiar con las consecuencias.

Mientras tanto, en el hospital el viejo Leland, discutía con sus hijos porque quería salir ya de ese horrible edificio, y por supuesto quería sacar a Lauren que por sus traumas, la mantenían sedada para que no entrara en shock si despertaba, ya de por sí tenía un caos en su cabeza no sería bueno para la salud de los dos, si se la revolvían más.

—Quiero irme a casa, los médicos pueden hacerlo desde casa, además ni siquiera era un verdadero infarto, solo la idea de uno... Y quiero que mi niña esté en casa, allá podrá estar más cómoda. Aquí solo está llena de aparatos como si fuera una muñeca muerta, no quiero verla así.

—Papá, todo es delicado, tu y Step deben permanecer aquí para más exámenes y cuidados—Pidió Kane.

—Cómo si pudieras convencer a este viejo— Refutó James,  algo enojado ya por la situación.

—Está todo listo señor Stottlemeyer, a Step la trasladaran en una ambulancia para su casa y ya le pedí mi hermana que le den de alta a usted también para que siga bajo el cuidado de un especialista— Intervino Alexander sin saber lo que estaba pasando en la habitación.

—Gracias mi niño— Habló el viejo emocionado, la verdad era que conocía lo suficiente a sus hijos así que había actuado a espaldas de ellos, aprovechando la inocencia de Alex y su preocupación por Stephanie —¿Ya se pudieron acomodar en las habitaciones?

—Sí, señor, aunque Nathan prefiere quedarse en la misma habitación para así estar pendiente de Step, ya que la señora Fiore nos dijo que usara la de Nate, por cierto, gracias chicos por eso— Se dirigió a los muchachos quienes lo miraban sorprendidos... James no lo podía creer, su padre era viejo, pero eso no le impedía ser el gran empresario y gran zorro manipulador. 

—Sí, fue un gusto dejarte todo a cargo...— Dijo James, mientras miraba a su padre quien se salía con la suya, como siempre —Aunque no lo creas estamos agradecido, no podemos estar al pendiente de papá y de Step a la vez, aunque quisiéramos no podemos dejar los negocios y es un alivio que tu te puedas tomar algo de tiempo para todo esto.

—No es como si se tratara de querer o no, es solo que en serio amo a su hermana y además se trata de la vida de mis hijos— Era la primera vez que lo decía en voz alta, y se sentía muy raro, pero a la vez su pecho se hinchaba de orgullo.

—Aún no puedo creer que me convertiré en abuelo por segunda vez, y es por parte de mi hija menor, mientras sus hermanos mayores se le pasan disque trabajando, en vez de formar una familia, yo a la edad de James ya tenía dos hijos creciendo, una esposa maravillosa y la gran casa donde crecieron todos. Estos jóvenes de ahora se toman todo el tiempo del mundo como si fueran a vivir cien años.

—Papá ¿Me das permiso para casarme con la primera mujer que vea?— Preguntó Kane capciosamente, pues la probabilidad más alta era que primera mujer que viera fuera Natalia King, pues era quien se encargaba del asuntos del viejo y su hermana, aunque esa no fuese toda la razón, le encantaba desquiciar a su anciano padre, aún más de lo que Nate lo haría, siempre.

—Sí es la mujer que amas, no veo porque no, claro que sí tiene tu misma condición social y su capacidad intelectual sea superior a la tuya, créeme todo será más fácil— La forma más sencilla de Leland de decir lo que esperaba de su futura familia política. Muy pocos sabían de la relación de Kane y Natalia, pero ninguno de los dos pensaba aún en el compromiso, así que preferían disfrutar de su privacidad con privilegios —Por cierto ¿Con quién está Nathan?

—Mi mamá lo está cuidando estos días, aunque está un poco deprimido porque no ha visto a Step desde que la vio irse en ambulancia, y aún no le digo los resultados del juicio, no sé como va a reaccionar.

—No te preocupes muchacho, dale tiempo al tiempo, solo cuídalos, enviaré unos buenos gerentes para que le ayuden a Víctor con tu empresa, para que te dediques a cuidar de tu familia.

Stephanie por fin despertó, por el tiempo que había pasado dormida se sentía demasiado cansada, aún tenía conectado el alimento líquido a sus venas, había presentado una leve desnutrición en los exámenes que le habían practicado cuando estaba hospitalizada, el bebé estaba bien de salud, pero correría peligro si continuaba con ese estilo de vida.

—¿Dónde estoy?— Su mirada pesada le llevo tiempo adaptarse al lugar donde se encontraba, y no recordaba mucho tampoco lo último que había pasado.

—Mi niña, estás en casa... 

—¿Señora Fiore?

—Sí mi niña, aquí estoy, tu papá ya se siente mejor y está en la sala pasando el tiempo con tu bebé, el señor Alex está en la oficina hoy porque tuvo que atender algo urgente, y tus hermanos también están trabajando, todos han estado cuidándote cuando pueden.

—¿Por qué?

—Porque mi niña se puso enferma después del juicio, y para que no se quedara en el hospital porque su papá sabe que no le gusta, la trajeron aquí, a su casa.

—¿Puedo seguir durmiendo señora Fiore?

—Claro que sí mi niña— Step se posicionó de lado para atrapar una almohada entre sus brazos, y rápidamente se quedó dormida. 

Las tres personas que se encontraban en la habitación, salieron cuando ella se quedó dormida.

—¿Es normal que ella duerma tanto después de que le quitaron los sedantes?— Preguntó Nate un poco preocupado.

—Cuando hablé con la doctora King, me explico que ha tenido largos periodo de estrés y agregándole el embarazo, puede que su psiquis esté fragmentado y eso le genere agotamiento mental, hay que tener cuidado para ver como se va desarrollando, he leído gran parte del reporte médico que me dieron, y la verdad es normal, ya que también ha descuidado su salud física— Habló Vanessa, mientras suspiraba, ahora sentía compasión por la mujer por la que antes se moría de los celos, y sentía algo de temor por el chico del que siempre estuvo enamorada.





La madre de NathanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora