Capítulo 11

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—Hola Vanessa— Saludó Nathan después de abrir la puerta.

—Hola Nathan, no deberías abrir la puerta sin saber quien está del otro lado, no me preguntaste.

—Yo sí sabía quien eras, te vi en el monitor— señaló con la paleta que sacaba de su boca hacia el monitor en la pared —Cuando alguien aparece a menos de tres metros del edificio ya los de seguridad saben quien es y hasta que fue lo que comió en el día, son muy buenos.

—Entiendo, tu mamá es algo paranoica.

—No, fue mi tío Nate quien puso las cámaras nuevas, y hasta donde sé nos mudamos aquí por que es uno de los edificios más seguros de la ciudad. 

—¿Quieres algo de tomar? La señora Fiore no está, y mi mami dice que es importante hacer sentir cómodos a los invitados.

—Que bien te ha enseñado tu mami ¿Estás solo?

—No, mi mamá está en su habitación, está muy cansada hoy.

—¿Puedo verla? 

—No, déjala descansar... —La llevó a la cocina, del dispensador sacó un vaso de agua y se lo ofreció a la mujer.

—Gracias.

—Nathan, cariño ¿Quién vino?— Step salió de su habitación se veía algo pálida y caminaba muy despacio. 

—Hola mami, llegó Vanessa.

—Cariño ¿Qué te dije de abrir la puerta tu solo? ¿Dónde está la señora Fio...re?— Se trastabillo al sentirse mareada —Lo siento, me levante demasiado rápido al escuchar una voz ajena.

—Tranquila, siéntate por favor... Sé que tu salud está aún delicada.

—Sí un poco, cuéntame ¿A que debemos el honor de tu visita?

—Me gustaría decir que es para saber como te encuentras, pero es por trabajo, tengo una orden de la corte, aún debo revisar el resto del proceso y la adaptación de todo esto.

—Nathan, ¿Quieres por favor traer mi bolso?

—Si, mamá—  El pequeño salió enseguida.

—Aún no le decimos— Suspiró Step por decirlo en voz baja— Sí le decimos la verdad, y reacciona bien, será genial, pero sí no, en vez de avanzar con sus habilidades sociales vamos a volver al principio.

—Oh, no  lo había considerado. 

—Cuando llegamos a compartir juntos, tenía cierta dificultad de comunicación y una severa desconfianza con el género femenino, para Alex fue increíble que tratara conmigo, no lo noté hasta tiempo después, pero no hablaba con muchas personas, con el resto sencillamente no hablaba.

—¿Tenía dificultad para hacerlo?

—No, ninguna. Sencillamente, se negaba hacerlo.

—Y lo de tu salud... ¿Ya lo sabe?

—¿A qué se refiere mami?

—La señorita Vanessa quiere saber si sabes que tan delicada es mi salud, y que por eso no puedo caminar mucho. 

—Ah, sí estoy al pendiente de mi mamá, para que no se esfuerce mucho.

—Ok, que buen portado  niño eres, seguro que tus padres están muy orgullosos.

—Sí, lo estamos. 

La señora Fiore llegó, trayendo con sí una canasta de mercado saludo cordialmente y con su ternura invadió su alegría a los demás.

La madre de NathanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora