Parte 31

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Pasaron algunos días.

Wei Wuxian no quería salir de la cama, no quería comer, solo quería dormir. Lan Wangji fue paciente y se quedó a su lado, tratando de animarlo, pero era en vano.

Una vez más, Wei Wuxian se marchitaba en sus brazos y no podía hacer nada para evitarlo.

"Wei Ying, por favor come."

"No tengo hambre, Lan Zhan..."

"Wei Ying, no puedo perderte a ti también." Rogó Lan Wangji, recostandose a su lado y tomándolo en sus brazos. Una vez en la seguridad de aquel abrazo, Wei Wuxian rompió a llorar de nuevo. "También era mi hijo, Wei Ying, también me duele, pero si también te pierdo a ti, ¿qué haré entonces?"

Una semana después, Lan Xichen y Lan Qiren vinieron a verlos. Lan Wangji los recibió y les ofreció té y algunos bocadillos que Wei Wuxian ni había querido comer.

"¿Cómo está Wei Wuxian?" Preguntó Lan Qiren. Lan Wangji negó con la cabeza.

"Aún no quiere comer."

"Déjame hablar con él."

"¿Shufu?"

"Déjame hablar con él, por favor déjanos solos."

Los hermanos Lan dejaron la casa, y Lan Qiren fue a la habitación, donde Wei Wuxian reposaba en la cama.

"Wei Wuxian, ¿Cómo te sientes?" Wei Wuxian no respondio. "Bueno, ya que no hablarás, yo lo haré. Quiero contarte una historia. Es la historia de un Omega que amaba a un líder de secta. Este amor era puro y especial, y el Omega no podía ser más feliz.

Pero un día se dio cuenta de que el Alfa que amaba estaba siguiendo un camino que el Omega no podía caminar a su lado. Así que por más que le rompiera el corazón, tuvo que alejarse de él. Un tiempo después el Omega se dio cuenta de que estaba preñado, así que se alegró. Ese cachorro llenaría el vacío en su corazón por perder a su gran amor...

Pero un día el Omega despertó y había sangre en todos lados, mucha sangre..." Lan Qiren frunció el ceño, mirando a un punto indistinto en la habitación. "El cachorro que se supone que iba a llenar el vacío en su corazón de pronto ya no estaba."

Wei Wuxian se giró de pronto, viendo con los ojos llenos de lágrimas a Lan Qiren.

"¿Qué pasó después? ¿El Omega no estuvo triste?"

"¡Oh sí! ¡Pensó que moriría de pena! De pronto estaba solo de nuevo, pero decidió que no podía hundirse en su tristeza, y decidió tomar todo ese amor que tenía por el cachorro que perdió, y usarlo para criar a sus sobrinos, que su hermano mayor era demasiado irresponsable para cuidar."

Wei Wuxian se quedó sorprendido. De todas las personas que pensó que podrían ser el protagonista de esa historia, nunca se imagino que podría ser él.

"No te digo que olvides que este bebé existió, lo hizo, lo deseaste y lo amaste. Pero Wangji y tú son jóvenes, tienen años de matrimonio por venir, y si no funcionó esta vez, funcionará después. No puedes morirte de tristeza aquí, si lo haces, ¿Quién va a criar a A-Yuan y a A-Yang?"

"Yo..." Wei Wuxian se muerde el labio y aprieta las sábanas. "Yo no soy tan fuerte, Lan xiansheng... No como usted."

"No. Tienes razón." Lan Qiren suspiró, tomó una de sus manos y la apretó. "Eres más fuerte aún. No te diré que no estuve triste, sí lloré, y grité y maldije a los cielos por mi bebé que nunca pude tomar en mis brazos. Pero luego pensé, estos dos niños están solos en el mundo, gege es irresponsable y jiejie no puede salir de casa. Alguien tiene que cuidar de ellos, y yo tengo el poder de hacerlo. Más vale que olvide mi dolor y me centre en ellos."

Loto OcultoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora