Parte 4

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Por obra y gracia de Dianxia, Wei Wuxian consiguió ropa adecuada para la boda de Jiang Yanli.

La abuela Wen bordó algunas mariposas por sugerencia de A-Yuan en las mangas de la túnica exterior, y llegó a Jinlintai con sus característicos colores negro y rojo.

Algunos líderes de secta lo vieron con recelo, pero Wei Wuxian llegó escoltado por dos discípulos de la secta Jiang y dos de la secta Nie. Uno de los discípulos de Jiang hablaba animadamente con él.

"La verdad es..." El discípulo bajó la mirada y se sonrojó. "Usted siempre me atrajo, pero no tengo nada que ofrecerle."

Wei Wuxian alzó una ceja.

"¿No? ¿Por qué no?"

"Soy Beta, sé perfectamente que no podría darle a un Omega lo que necesita."

"Y además alguien más fue más rápido para ofrecerse como voluntario." Dijo el otro discípulo riendo.

"Realmente no importa si eres Beta o Alfa, si tus sentimientos son sinceros. En realidad quien no tendría nada que ofrecer soy yo. Espero que encuentres a alguien que verdaderamente te merezca algún día."

Wei Wuxian sonrió tristemente. Alguien como él no tenía nada que ofrecerle a nadie, ni siquiera a un Beta de buenos sentimientos.

Había pensado mucho en la idea sugerida por Jin Guangshan, y tenía sus propias condiciones. Si iba a estar en un matrimonio arreglado con alguien que no conocía ni quería, al menos iba a ser con sus condiciones también.

Entró al salón de la elegancia, donde todos los líderes estaban reunidos, y una joven se le acercó con una reverencia.

"Joven maestro Wei, la señorita Jiang me ordenó que lo guíe a su lugar. El líder de secta Jiang ya lo está esperando."

La joven lo llevó por un pasillo hasta una puerta donde estaba parado Jiang Cheng.

"Por fin llegas, jie estaba preocupada de que no llegarías." Se quejó Jiang Cheng. La joven de rostro redondo y hermoso se marchó rápidamente.

Ambos la ignoraron cuando se fue, pero ella fue rápidamente a informar a Jin Guangshan que el Patriarca de Yiling ya había llegado. Jin Guangshan sonrió complacido.

"Muy bien, preciosa, sabía que era buena idea mandarte traer de Qinghe." Le dijo, dándole un beso en la mejilla como premio.

La joven se sonrojó y rió despacio.

"Ven, es hora de trabajar."

"Sí, mi señor."

Jin Guangshan salió de su habitación con la joven y se topó de frente con su esposa. La Madam Jin le dirigió una mirada llena de veneno a la jovencita.

"¿Qué diablos crees que haces? Y en la boda de tu hijo legítimo, ¿No te cansas de hacer a tu secta perder cara?"

"No sé de qué estás hablando."

"Esta es la boda de mi hijo, la he planeado desde que era un niño. Si arruinas aunque sea algo, te haré pagar, ¿entendiste? Pon a esta pequeña ramera donde tu hijo y yo no podamos verla y ve a saludar a nuestros invitados." Le reprendió Madam Jin.

Jin Guangshan pudo sentir el aroma agrio de su esposa, y lo único que pudo hacer fue alejar calmadamente a la jovencita para apaciguar a su esposa.

"Se ha ido, ¿ves? No pasa nada, nadie la verá."

"Más te vale. Te encanta hacer el ridículo."

Madam Jin se giró y se fue, Jin Guangshan dejó escapar un suspiro que no sabía que estaba guardando. Qué mujer tan aterradora era su esposa.

Loto OcultoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora