Forbidden - Lipsoul

O O 8

La adolescencia no se veía tan mal a ojos de Jinsol, cumpliendo por fin sus catorce años podía decir que estaba bastante feliz, y mejor de lo que había podido esperar luego de los problemas. Gyuhan había perdido bastante cercanía con su hermana, debido a que Yong ya ni siquiera parecía querer asistir a las reuniones familiares que también se fueron disminuyendo con el tiempo, lo que era igual un alivio.

Ambas primogenitas habían crecido con gracia, Sooyoung era una alfa completamente digna de pensar como una alfa pura y dominante, con una altura imponente y su cuerpo definido a pesar de todavía estar en su etapa de crecimiento. Jinsol había crecido también, había perdido sus mejillas que le daban un toque tierno dando la bienvenida a un rostro delgado y definido.

No había que dejar atrás a ambas omegas. Hyomin ya estaba rozando los dieciocho años y todos escondían que si la omega hubiese estado en cualquier otro lugar sin duda hubiese sido cotizada y admirada en todos lugares, con una apariencia tierna y completamente sumisa a las acciones de Sooyoung todavía. Jungeun había crecido un poco más al promedio, aunque eso no dejaba menos que esperar. Era una omega completamente atractiva con lindos ojos filosos y un cuerpo esbelto.

Jinsol subió las escaleras con pereza luego de la fiesta que en un principio no quiso. Antes de dirigirse a su habitación fue hasta donde Jungeun que estaba en su cama viendo su móvil con desinterés. Al escuchar la puerta rápidamente desvío la mirada sonriendo a la alfa que le correspondió y se lanzó a su lado.

—Que manera de hacer un escándalo tiene esta familia.—Se quejó con la voz ahogada escuchando la risa de la omega a su lado.

—¿Fue divertida?—Jinsol negó con su cabeza hundida en la almohada.

—Hubiese querido que estuvieses ahí... pero con la abuela es difícil.—La alfa se acomodó esta vez quedando más de frente.

Estaba un poco frustrada y angustiada, desde hace años que habría empezado su fase de crecimiento en cuanto a Alfa pero aún no aparecía ninguna feromona para ella, ningún aroma, nada. Había ido a miles de cheques pero todos ellos estaban bien y no había ningún problema. Incluso Jungeun ya tenía su propio aroma pero aún no podía sentirlo debido a la falta del suyo.

—¿Vinieron todos?

—Mmh. Es horrible ver tan de cerca lo que le hacen a los omegas en esta familia...La tía Pho parece querer llorar cada vez que deja a Chaeyoung y Taeyoung alejados de los demás.—Jinsol suspiró mirando hacia el techo. La omega comenzó a acariciarle el cabello separando los mechones con sus dedos.—Escuché a mi papá y la tía Yong hablar sobre Hyomin...ya sabes, como cumplirá la mayoría de edad...y eso.

Jungeun apretó los labios. Odiaba hablar de eso, cuando se enteró lloró por horas pensando en sus hermanos, Mei estaba cerca de cumplir los dieciséis cuando ella se había ido, y nunca pudo saber más de ella ni de ninguno de sus hermanos que estaba cerca a esa edad. También lo había hecho por ella, pero tenía algo de suerte, al tener una educación podría acceder a la universidad en un futuro y tal vez tener un trabajo y vivir en paz, dudaba en que Hyomin pudiese conseguir eso por lo cerrada de la familia Jeong.

—¿Crees que estará bien?—Preguntó en un susurro.

—No lo sé...sabes que nunca mentiría, no me gustaría que ella se fuera...Aunque tampoco quiero que se quede, Sooyoung no es lo más amable que digamos.

—Nunca lo fue de todos modos.—Rodó los ojos la omega.

Se habían topado más con la alfa este último tiempo, habían ingresado las tres a la misma secundaria, y era realmente un caso. Sooyoung parecía ser la reina de la secundaria trayendo a las omegas y betas detrás de ella, y a los de más alfas cohibidos por su fuerte carácter. Jinsol se había intentado mantener lo más escondida, pero con una alfa que siempre le gustaba molestarla no había dudado en hacerla quedar en ridículo varias veces, agradecía que al menos estuviesen en distintos años.