Capitulo 8

211 18 4
                                    

Después de haber tenido aquella reunión, la Hokage despidió a la joven pareja quienes eran empujados por una sonriente Shizune, aunque aún no estuviera del todo de acuerdo, ella estaba feliz de ver feliz a su hermanito.

Tantos años de tormento y sufrimiento, tuvieron sus frutos en diversas formas, ser nombrado héroe de Konoha tras lo acontecido con Pain y ser finalmente reconocido por el pueblo que alguna vez lo repudio, ser nombrado el actual salvador del mundo y el chico de la profecía.

Sin embargo, el mayor premio para el fue haber conocido a Erza, podía verlo, estaba viendo una faceta que jamás había visto en él, ni siquiera con Sakura se mostraba de ese modo, con la bella pelirroja podría ser similar, se notaba que ella era alguien de un carácter duro, tal como Tsunade algunas veces y como la difunta madre de Naruto, que, si bien no la conoció personalmente, ella sabía sobre Kushina gracias a las conversaciones que tenían Jiraiya y Tsunade.

Por ahora velaría por la felicidad del chico al que reconoció como su hermano menor, a pesar de no estar relacionados por la sangre, ella lo amaba como uno, y Naruto siempre pensaba de igual forma sobre ella.

Mientras tanto.

Tsunade al ver que se habían ido, ella procedió a tomar la palabra y despedir a algunas personas cuya presencia ya no era necesaria en la sala del concejo, únicamente quedaron algunos ninjas de alto rango.

La Quinta Hokage necesitaba discutir sobre un tema importante.

Su retiro y la sucesión de Kakashi como el Sexto Hokage.

Por supuesto, también necesitaba hablar sobre lo que le deparaba a Konoha y el resto de las naciones después de la guerra.

Gracias a este acontecimiento y con ayuda del propio Naruto, las cinco grandes naciones habían decidido firmar un tratado de paz y formar una alianza, tanto miliar como comercial, algo que sin dudas beneficiaria de gran manera al resto de las naciones.

Discutieron sobre la importancia de la nueva era que se avecinaba y como Konoha elevaría sus puestos nuevamente, esta vez sin derramar más sangre como en el pasado para volver al pueblo en una nación poderosa nuevamente.

Kakashi por otro lado, simplemente estaba pálido, todo esto significaba que le tocaba la mayor cantidad de papeleo que ningún otro Hokage ha firmado antes, y ese era el motivo por el cual Tsunade decidió retirarse.

Ella no era estúpida, ya no quería firmar más papeles, ella quería embriagarse, apostar y vivir su vida fuera de una maldita prisión firmando papeles y escuchando a viejos decrépitos pidiendo estupideces.

Ahora mismo Kakashi estaba deseando el haber muerto junto a Obito e ir con Rin, probablemente el bastardo se esté burlando de él ahora mismo.

Si bien, ya sabía que el sería el sexto gracias a Obito, no esperaba que esta mierda fuera tan pronto, esperaba que fueran dentro de 2 años más o incluso muchos más, pero la vida lo odia al parecer.

Con Naruto.

El rubio Uzumaki junto a su hermosa prometida, caminaban por las calles de Konoha, recibiendo saludos de los aldeanos, quienes alababan a su salvador, quien con gusto devolvía el saludo e incluso firmaba uno que otro autógrafo, aun se le hacia incomodo aquello, pero suponía el precio de ser reconoció, lo Valia todo y demostraba que todo su esfuerzo no fue en vano.

Aunque también enviaba miradas de muerte a aquellos descarados que miraban con deseo a su futura esposa, aquellos pobres infelices solo desviaban la mirada con un rostro pálido y gotas de sudor frio recorriendo su rostro.

La hermosa pelirroja miraba esto con una pequeña sonrisa, pocas veces lograba ver el lado posesivo que Naruto solía tener, ahora mismo la tenía abrazada de la cintura mientras caminaba hacia su destino, a pesar de estar ruborizada por el acto del Uzumaki, ella estaba contento con ello.

Sol EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora