Capitulo 15

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Betty al entrar a su habitación sigue con esa sonrisa que le dejó esa situación tan extraña como bella a la vez que vivió hace un ratico.
Guardó toda la ropa que le compró doña Catalina, descansó un poco y luego fue con doña Catalina a despedir a Thais Araujo que regresaba a su país.
Nadie la reconoció cuando fue a la fiesta en la chiva y estaban felices de verla tan linda.
Pasaron unas horas y ella sintió una zozobra, sintió una presión en el pecho que no entendía porque hasta que un nombre le vino a la cabeza, Armando. No sabía porque pero presentía que algo le sucedía y no era nada bueno.
Catalina la vió mal y fue a hablarle para saber que le sucedía, aunque obviamente ella ya lo presentía. Era inevitable no saberlo, ese malestar tenía nombre y apellido.
Catalina:" Betty que le sucede ah? No me digas nada, Armando no?"
Betty:" Si doña Catalina, es que tengo un presentimiento malo"
Catalina:" Pero él está en el hotel Betty"
Betty:" Lo sé pero no sé, es algo que siento en mí pecho. Necesito ir al hotel, por favor doña Catalina."
Catalina:" Ay Betty discúlpeme pero no le parece que es precipitado, estoy segura que Armando está bien "
Betty:" Tiene razón doña Catalina "
Catalina:" Sigamos con la rumba entonces "
Betty igualmente no estaba tranquila, seguía sintiendo ese dolor en el pecho.

En ese momento Armando estaba en su habitación, con sus sentimientos encontrados. Por un lado estaba feliz porque ese encuentro con su Betty fue de lo mejor pero por otro lado al verla tan hermosa sentía miedo, muchísimo ya que no va a faltar oportunidad para que otros hombres ahora si notara lo que él ya había notado desde siempre.
Eso hizo que sus malditos celos afloraran nuevamente y también el miedo a perderla sobre todo eso.
Empezó a tomar whisky, primero un vaso, luego otro hasta terminar con la botella entera y empezar con la siguiente hasta quedar inconciente.
Sus latidos disminuyeron bastante y sin saberlo eso peligraba su vida.

Betty llegó al hotel, se despidió de doña Catalina y fue a su habitación pero seguía con ese dolor en el pecho, seguía con ese mal presentimiento y decidió llamar a don Armando para cerciorarse que estuviera bien.
Golpea la puerta y al no recibir ninguna respuesta, decide irse pero su instinto pudo más y a pesar que se decía a sí misma que eso estaba mal, su corazón le ganó a la razón. Entró despacio en la habitación y lo vió tirado en la cama.
Betty:" Don Armando usted está bien?" Éste no respondía y al acercarse más notó que su respiración era muy leve como también sintió el olor a Whisky, entonces se dió cuenta que podía tener un coma etílico.
Betty:" Don Armando, por favor despierte se lo suplico. Ay Dios mío si le pasa algo yo me muero"
De repente se le ocurrió una idea, aunque le daba mucha vergüenza ya no había vuelta atrás. Como pudo lo llevó al baño y así como estaba lo metió a la ducha. Éste reaccionó enseguida y al verla a ella allí no entendía nada de lo que pasaba.
Armando:" Beatriz, que hace usted aquí?"
Betty:" Disculpe doctor pero tenía un mal presentimiento y vine a cerciorarme que estuviera bien"
Armando:" Muchas gracias por todo y disculpe por hacerle pasar éste mal momento Betty, soy un idiota a veces"
Betty:" A veces?" Ambos se ríen a carcajadas
Armando:" Gracias nuevamente Betty y discúlpeme por todo"
Betty:" No se preocupe don Armando"
Cuando ella se va a retirar, él la toma del brazo y le dice;
Armando:" Betty cuando podemos hablar y así explicarle mí verdad"
Betty:" Eso dependiendo de mis labores con doña Catalina, además ella me dijo que iba a arreglar todo para que ambos hablemos sin interrupciones"
Armando:" Está bien Betty, espero que sea pronto ya que me muero por decirle todo desde el principio"
Betty:" Si don Armando, yo también. Adiós que descanse bien y no beba más ya que eso le hace mal"
Armando:" Se lo prometo Betty, nunca más "
Betty sonríe y vuelve a su habitación, se siente muy feliz por haberlo ayudado pero también triste por verlo así, tan triste, derrotado y cada vez más empieza a entender que sus palabras no son todas mentiras. Que en medio de las mentiras hay verdades más grandes de lo que ella imagina, pero sabe que todavía no es el tiempo.
En su habitación se coloca el pijama, se acuesta y en fracción de segundos se queda dormida plácidamente con el sonido del mar que entraba por la ventana.

Continuará

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