CAPITULO VII. LA BUSQUEDA

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Estoy desesperado, mi hija ha desaparecido, ya han pasado dos semanas y siento que voy a perder el control. También han desaparecido sus amigos, y piensan que todo fue por mi culpa. He ocasionado que los padres  de esos jóvenes se enfurezcan conmigo, pero a pesar de todo eso, me brindan su confianza para lograr encontrar a nuestros hijos.

Esta tarde invite a a familia de los amigos de Cristina, La madre de Kenia e Ismat. La señora Rita, la abuela de la joven Rosa, su madre Eva y su padre Marcos. Y por ultimo, la madre de Jose. Gina y su padre Jorge.

Me apresure a terminar mi trabajo, entregando el ultimo papeleo de cuentas, y los envié por correo. Corrí hacia la panadería y compre varios panecillos de mantequilla y cajeta para mis invitados.

Limpie la casa y puse en orden la sala.

El primero en llegar fue el señor Jorge y la señora Gina, que de igual manera se veían frustrados y preocupados. Tenían cubierto sus ojos de enormes ojeras, dado que no habían podido concebir el sueño.

Los recibí en la sala y prepare un poco de café.

-Gracias por venir.

-Gracias por invitarnos a su casa.

-¿Alguna noticia?

-No, no hemos tenido ninguna- comento Gina angustiada.

-¿Y usted?

-No, tampoco.

-Dios mio, donde estarán nuestros hijos- dijo afligida Gina.

-Amor, cálmate, los encontrare...

-¡Es mi hijo! ¿Como no voy a estar preocupada?


Volvió a sonar el timbre, fui hacia la puerta y la abrí de un golpe,  la señora Rita y la señora Eva acompañada de Marcos llegaron finalmente, se mostraron cordiales y los invite a pasar de inmediato.

Todos se acomodaron en la sala, prepare un poco mas de café y les lleve una taza a cada uno y deje los panecillos en una bandeja en el centro de la mesita

-Bueno, saben por que convoque esta reunión. ¿Han tenido alguna noticia?

-Ninguna señor Roman.- comento Rita penosa.

-¿Usted señor Marcos?

-No, señor.

Caí rendido en el asiento y trate de calmarme. Ya no soportaba seguir sin noticias de mi hija.

-¿Que vamos hacer?

-Debemos pensar. ¿Tendrán algún lugar favorito?

-Esta claro que en mi restaurante no están- afirmo Rita.

-El lugar favorito de mi hija Rosa es la plaza del Angel, pero tampoco hemos visto nada.

-¿Han preguntado en la escuela?

-Si, pero nadie sabe nada, mucho menos los profesores- gruño Jorge defraudado.

-¡No es posible! Que descuido.

-¿Usted señor Roman tiene alguna idea?

-La verdad no.

-Ya vio si en el cuarto de su hija hay alguna pista.

-No, iré a revisar.

-Yo subiré las fotografías de nuestros hijos en las redes sociales.

-Perfecto, bajare en un minuto. Siéntanse como en su casa- me atreví a decir aunque no era muy común de mi parte.

Salí de la sala de estar y fui directamente hacia la segunda plata de la casa, fui hacia su habitación y el verla vacía volvió a causar en mi un fuerte dolor en el pecho. 

VILLAGE MAINE (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora