ChengYao: Tósigo dulzón

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El día que el joven líder de YunMeng Jiang propuso matrimonio a LanLing Jin era aún motivo de chismes. No porque hubiese pedido en matrimonio a una de las reconocidas cultivadoras de tal familia, sino por el hecho de que eligió a la peor opción de todas: a aquel advenidizo que a duras penas recibió el nombre de «Jin GuangYao». Muchos se preguntaban qué pensarían los padres del muchacho, pero desde que Jiang FengMian dimitió para vagar como un cultivador errante junto a su esposa, nadie había escuchado de ninguno. 

Las mofas malintencionadas no se hicieron esperar, acerca de que Jiang WanYin era tan incapaz de seducir a una mujer decente que se habría de conformar con el bastardo hijo de Jin GuangShan; o los que referían las malas artes con las que el mencionado vástago enredó al noble Jiang tras oler la oportunidad de ascenso social que su estirpe, por la naturaleza de su nacimiento, le negaba. 

Los protagonistas de esta historia, empero, dirían —con vulgaridad contundente— que esas personas sabían una mierda.

No había error en admitir que al principio ninguno encontró al otro atractivo. Jiang Cheng para ese entonces escuchó suficientes historias acerca del otro muchacho como para sentirse preocupado. Participar de los chismes y, más aún, creerlos estaba por debajo de su educación. Además de que no era acerca de él de quién hablaban, así que no le podía importar menos. Jin GuangYao, por su parte, conocía de memoria —sin desearlo— cada uno de los rumores que rodeaban a Jiang WanYin. Así que al conocerse, incluso si eso no afectó negativamente sus encuentros, tampoco impulsó su simpatía. 

Que terminaran juntos quizá se debió a que pasaron demasiado tiempo encontrándose. 

Con Jin ZiXuan (Madam Jin ayudándole) en sus intentos de disculparse con Jiang YanLi luego de reconocer el valor de la joven, era imposible no coincidir de vez en cuando. La deferencia esperada, las palabras superfluas, todo ello dentro del molde. Nada especial. No obstante... ¿Un líder de secta de segunda categoría tratando de endosarle a una de sus hijas, en una de las tantas reuniones en LanLing? Wei WuXian, su mano derecha, no estando cerca; mas Jin GuangYao de alguna manera se enteró y, con una sonrisa, zanjó el asunto en cuestión de minutos. ¿Un cultivador envalentonado por el vino y su abolengo abriendo la boca de más? Sin ZeWu-jun ni ChiFeng-zun a la vista, Jiang Cheng intervino y usó su mismo juego para sacar a Jin GuangYao del aprieto, convenientemente cerca. 

Cuando Jiang Cheng cayó en cuenta que la manera en que el otro lidiaba con las cosas era una cualidad que buscaría en una esposa; cuando Jin GuangYao se admitió que la forma brutal en que Jiang WanYin se quitaba los problemas de encima era algo que habría podido usar en su favor, ambos se lamentaron que la otra parte no fuera una mujer.

Pero mientras más se reunían más se reforzaba la idea de «conveniencia». Y como Jiang Cheng no sabía mentir (mas sí reprimir sus pensamientos), y Jin GuangYao no olvidaría el más mínimo detalle de lo vivido para su posterior examen, fue este último quien supo de la similitud de sus razonamientos; también, el primero en sacar a relucir el tema:

Matrimonio. Escandaloso, ignominioso y conveniente matrimonio.

Jiang WanYin intentó dar un paso atrás, Jin GuangYao lo atacó despiadadamente con «Intentar lo imposible».

Touché.

Dejaron que la noticia del matrimonio entre Jin ZiXuan y Jiang YanLi se enfriara lo suficiente para sacudirlo todo de nuevo y en mayores proporciones. El sentimiento de refociliación fue abrumador: para Jiang Cheng como recordar su primera travesura, para GuangYao como haber encontrado a su compañero en el crimen.

Lo conveniente se tornó progresivamente suave. 

Como en su noche de bodas, cuando Jiang Cheng con ostensible torpeza lo abrazó con cuidado y Jin GuangYao procuró no decepcionar. Terminó siendo mucho más placentero de lo que esperaron. No hablaron de ello.

Flufftober 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora