𝐷𝑒́𝑏𝑖𝑙 𝑂𝑏𝑠𝑒𝑠𝑖𝑜́𝑛 -𝑇𝑎𝑡𝑒 𝐿𝑎𝑛𝑔𝑑𝑜𝑛

1. Nuevo comienzo

Algunas personas (cuerdas) pensarían que separarse después de haber encontrado a tu marido teniendo una aventura es lo mejor ¿No? Pero otras piensan que mudarse resolverán todo tipo de problemas en un familia que no puede estar más destruida.

Y si, mis padres son ese tipo de personas. Dejaremos nuestra vida para mudarnos, ellos quieren que seamos "una familia feliz", de esa mierda ya no queda nada.

Mi padre, Ben, es un imbécil, muy imbécil, y mi madre,Vivien ella quería que está familia saliera a flote. No se cómo pudo con tanto.

—Es linda—Dije con una pequeña sonrisa a mi madre al bajar del auto frente a nuestro nuevo hogar. No me encantaba la idea de mudarme, pero amo a mi madre, y quería hacerle menos difícil esto.

—Lo es—respondió mientras me abrazaba por los hombros.

—Hermosas, vengan—gritó Ben desde la entrada de la casa.

No odiaba a mi padre, bueno, algo, pero era mi papá, creo que siempre le tuve un poco de cariño, pero estaba muy decepcionada de el, y enfadada por todo el daño que le había causado a mi mamá.

Caminamos juntas hasta donde estaba mi padre. E abrazo a mi Vivien y le acaricio la cabeza.

Es el patán más grande que eh conocido.

—¿No es hermosa la casa?—Preguntó Ben.

—Tiene... Espíritu—Respondí.

En ese momento una mujer abrió la puerta.

—Bienvenidos—Dijo con una sonrisa la cual le trate de devolver.

(...)

La mujer nos mostró la casa, era una casa antigua, muy linda si soy sincera.

Nunca he sido muy susceptible en esas cosas, pero se sentía ¿Extraño? Estar ahí.

Tal vez era una casa como la de las películas de terror.

—¡_____!—Mi padre gritó mi nombre, rápidamente me dirigí a dónde estaban ellos—¿Por qué no vas a explorar un poco más la casa?— sugirió  y solo asentí alejándome de ellos. Nunca entendí como podían aparentar estar normal después de todo. Nunca les salió bien aún así, siempre fue muy incómodo estar los tres juntos.

Caminé un poco por la casa, y encontré una puerta que al parecer me llevaba al sótano.
Baje hacia el, era obscuro, se me dificultaba ver, gracias miopía. Caminé unos pasos y empecé a explotar, pero sentí un escalofrío que recorría toda mi espalda, voltee a ver si había algo, pero nada, debió ser el aire.

Subí sin más a dónde se encontraban mis padres.

—Y que dices, linda ¿Te gusta la casa?—Preguntó mi padre pasando su brazo por mis hombros, eso me incómodo, por lo cual me aparte.

—Es linda—Respondí sin mucho ánimo.

—El tapiz se está levantando aqui, parece que había un mural abajo de el—Dijo mi madre mientras apreciaba el tapiz.

—Los dueños anteriores deben haberlo cubierto— Respondió la señora—Hablando de los vuelos anteriores, las leyes exigen que les cuente sobre lo que les pasó—Borró toda sonrisa que podía poseer.

—¿Qué? ¿Murieron en esta casa?— Pregunté un poco intrigada.

—Si, ambos murieron, homicidio-suicidio, yo les vendí la casa, eran una pareja tierna—Contesto tratando de hacer que no suene tan feo.

—Con razón el precio era tan bajo...—Susurro Ben.

—¿Dónde ocurrió?—Pregunte.

—En el sótano.

—Bien, me encanta.

—¿Segura?—cuestionó mi madre un poco confundida.

Asentí y ellos se miraron, no iba a rehacer mi familia, pero me iba a divertir ahí.