05: Candentes secuelas

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Pueden pasar décadas, sin embargo, no serán suficientes para borrar los recuerdos de los mejores y peores momentos que haz vivido...
Cada palabra, cada gesto, cada reto, cada desprecio. Todo. Absolutamente todo nos va transformando en un planisferio físico, en donde se puede observar hasta la más minúscula grieta de algún lago que dejó de existir pero que dejó su huella.
Esas marcas que a simple vista no se pueden apreciar son las que conviven a diario por toda la eternidad en nuestra alma y sólo tienen acceso aquellas personas en las que confiamos correcta o erróneamente.
No somos responsables de las fallas ajenas. Si, por ejemplo, una amiga te falló, no es tu responsabilidad sino que simplemente la vida-o el destino-, como quieras llamarlo, te cruzo con ella.

Y esos momentos de decepción no deben influir negativamente.

Recuerda que en un principio cité: todo momento malo tiene su lado bueno, pero solo es cuestión de verlo.

Sé que existen muchas personas que vivieron, viven y vivirán situaciones limites, pero eso no debe minimizar tu propia experiencia. La vida es individual, no colectiva. Cada ser lidia con sus propios fantasmas y lo demás es ajeno.

Así como cada copo de nieve tiene su forma única e irrepetible, así son las almas y cada una de ellas carga con sus tristezas, desilusiones, engaños, etcétera. No permitas que te pongan de ejemplos lamentos ajenos para mitigar tu dolor porque el hecho de que exita otra persona que esté sufriendo más que vos no implica que ello valla a calmar tu experiencia.
No es consuelo el dolor de otro.
Si viviéramos comparándonos, si viviéramos del dolor ajeno ¿cuál sería el sentido de nuestra vida? ¿Depender de lo que le suceda a la otra persona?

Vive tú propia vida con sus errores y dolores y que el resto del mundo continúe su destino.
"Todo momento malo tiene su lado bueno"Así lo vió Sergio Shoclender cuando lo sentenciaron a prisión por el asesinato de sus padres negligentes.
Un día, en el baño de la prisión quisieron abusar de él. Sacó todas sus fuerzas escondidas y de un gran salto se colgó de una pequeña reja que protejia una ventana. Enfrentó a todo aquel que intentaba lastimarlo. Se hizo respetar y con el paso del tiempo, lo logró. En medio de esa etapa bañada de oscuridad en la que tal vez yo no podría sobrevivir, él buscó el lado positivo. Comenzó a estudiar Leyes. La falta de libertad y el entorno agresivo del medio ambiente no lo detuvieron. Al contrario, lo fortalecieron. un día recibió su título de abogado. No estamos tratando su vida antes de su sentencia por crimen.(te recomiendo que leas su libro) solo vemos que existen obstáculos por todo el universo y que se puede encontrar la salida.

Cuando nos toca en carne propia vivir una mala experiencia, creemos morir de dolor. Nada nos consuela. Pero luego, cuando la angustia merma, vemos con más claridad y seguimos adelante, luchando. si bien la vida nos enfrenta con momentos realmente difíciles de superar, no hemos de descartar que existen las causas y consecuencias. En parte somos responsables de lo que provoquen nuestros actos. En parte somos víctimas del sistema.

Transcurría mi sexto mes de embarazo. La lluvia de aquel día me inquieto. El tamaño de mi vientre comenzaba a incomodar, entonces me levanté. Era muy temprano. Él aún no había salido en rumbo a su trabajo. Lo noté nervioso. Se despidió como lo hacía todos los días. A los segundos de su partida algo en mi dudó. Corrí la cortina verde manzana que me separaba de la realidad. Vi cómo él le abría la puerta del auto a la vecina de enfrente. Esa situación es un claro ejemplo referido a ser víctima del sistema. No somos responsables de los malos actos ajenos ni debemos cambiar nuestra manera de ser, ni perder nuestros valores, nuestra decencia. Cada cual que transporte sus pecados. Al mediodía él regreso como lo hacía a diario. Lo saludé, almorcé y luego fuí a ver a mi vecina lindera. Le conté lo sucedido agregando una pícara amenaza.

-La voy a agarrar y la voy a matar a palos. Le voy a enseñar a respetar maridos ajenos.

Yo sabía que cada palabra que saliera de mi boca llegaría a la atrevida de enfrente porque a quien se lo estaba diciendo era más incontenible que una nube. Y así sucedió: al día siguiente la sinvergüenza se mudo de localidad. Eso es una consecuencia de un acto. Laa infidelidad se considera una falta de respeto a uno mismo. Creo que es mejor separarse de la persona que ya no amas.Eso te hará feliz. Los días siguieron su curso.Yo no cambié. En ese momento no me interesaba. No estaba dispuesta a cambiar toda mi vida y la de mis dos hijos para facilitarles el goce a los amantes frustrados. El tiempo se encargará de hacerlo, porque todo lo que haces vuelve multiplicado. Por eso pon cuidado con tus actos. No suceda que hagas daño y luego lo pagues con creces. En todo momento haz el bien.

Destellos De Libertad ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora