The Secretary - [KookMin]

Intro

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--Todo parece estar en orden--…--Sus dedos largos se pasean con lentitud por las esquinas de aquella carpeta amarillo pálido mientras un nervioso hombre de baja estatura movía sus gorditas manos ansioso del otro lado del escritorio--…--Lo que me llena de curiosidad es ¿Por qué trabajar como secretario? ¿está usted consiente que para este trabajo se le toma como prioridad a las mujeres?—

--Lo sé, pero de verdad necesito este trabajo--…--El contrario ladea su cabeza queriendo saber un poco más--…--Tengo un hijo al cual mantener—

--Supongo que puedo darte el trabajo, pero deberás acatar todas las reglas –

Jimin sonrió feliz.

--Muchas gracias, no se va a arrepentir--…--Exclamo emocionado.-

Jeon Jungkook se giró y sonrió con ironía.

--Oh, por supuesto que espero no arrepentirme, porque caso contrario, no dudaré en despedirte ¿Entendido?—

Park Jimin dejó de sonreír para asentir como si fuera algún perro regañado. El castaño era muy guapo, tanto que parecía un jodido actor sacado de Hollywood, no lo iba a negar pero tenía un genio tan asqueroso como el alcantarillado de la vía pública.

Jungkook recorrió su cuerpo desde los pies hasta la cabeza; el tipo no estaba al tanto de la moda, sus anteojos redondos y su “outtfit” podrían dejar muy claro que era un hombre muy cerrado al cuidarse. Cuidar su imagen.

--Sígame--…--El rubio agarró su carpeta del escritorio para ir prácticamente corriendo detrás de aquel hombre--…--Le entregaré su uniforme-

Jimin asintió caminando a paso rápido detrás del cuerpo del señor Jeon. Las miradas de los trabajadores los seguían mientras se iban por un pasillo largo y al final se detuvieron frente la penúltima puerta.

El más alto abrió la puerta y encendió la luz, yendo al estante donde permanecían los uniformes de las secretarias.

Agarró una de esas fundas con dichos uniformes y sacó la camisa. Se la lanzó a Jimin.

Jimin logra agarrarla antes de que cayera al suelo. Mira con mucha atención la camisa de mangas largas con botones de color rosado claro. El color era lo que menos le disgustaba, lo que no le gustaba era el hecho de tener que usar el mismo modelo de las mujeres. Se notaba a kilómetros que era de mujer por el corte frontal de la misma y, honestamente a Jimin no le gustaba ese tipo de prendas, le resultaban incómodas aún si veía telas similares en la sección de ropa masculina.

El señor Jeon fue a otro estante sacando un pantalón blanco. También se lo lanzó.

--Las secretarias usan faldas, pero con ese pantalón me supongo que estarás bien.—

--Si--…--Dobla las prendas con temor--…--Y-yo, ¿yo podría traer otra camisa?--

El jefe sonríe como si le hubiera hecho el mejor chiste de la historia.

--Por supuesto que no--…--Niega--…--Esta es una empresa de publicidad y si no se lleva correctamente el uniforme entonces no se hace nada con la imagen--…--Apaga la luz y sale del depósito--…--Pero si tiene algún inconveniente simplemente puede dejar el trabajo—

-No-…--Abre sus ojos a más no poder. Al ver que perdió la compostura decide colocarse erguido--…--No… Es solo que es una camisa de mujer--

--No hay secretarios, solo secretarias así que si no le agrada la idea sabe muy bien lo que debe hacer—

--No se preocupe, estaré bien así—

--Bueno--…--Mira su reloj de muñeca-…-Debo ir a mi oficina y espero que llegue mañana puntual a las ocho. Usted será mi secretario desde mañana-

--¿S-su secretario?—

Jeon le mira sin expresión.

--¿Algún problema?—

Jimin mueve su cabeza repetidas veces en una clara negación. No puede creer que de verdad tenga que ser el secretario de ese hombre tan frío y odioso.

--Yo pensaba que tenía secretaría—

--Y la tengo--…--Responde al instante--…--Pero no me arriesgare a colocarte como secretario de otro de mis socios. Yo personalmente voy a vigilar tu trabajo y a la primera falta estarás fuera--…--Jungkook vuelve a recorrer con su mirada el cuerpo ajeno sin mucha gracia--…--Lo espero mañana, señor Park-

El mayor se aleja por el pasillo.

Jimin no puede evitar sentir como todo en su interior se revuelve en puras cosquillas por ver el caminar tan elegante que el señor Jeon tiene. Sus muslos se marcan a la perfección en su pantalón tubo, su espalda ancha y amplia, su cabello castaño claro. Seguramente en el sol debía verse un delicioso color miel. Y ni hablar de sus labios, tan rosas que Jimin por un momento pensó que había colocado labial en ellos.

Todo de ese hombre era hermoso.

A excepción de su mirada sin emoción para casi todo lo que le rodea, y con él más que todo.

Solo debía concentrarse en trabajar arduamente y no enfocarse tanto en la deslumbrante belleza de su jefe.

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Si, yo por acá y esta vez desde 0
Sé que muchos han de estar por acá luego de ver que el fic desapareció, y no solo despareció el fic, si no que toda mi cuenta, la que había tenido desde el 2016. Me siento sumamente triste y dolida por haber perdido mi cuenta, la cual era mi casita en esta plataforma a la que pertenezco hace ya bastantes años y adoraba mucho y le fui dando forma.
Intenté recuperar mi vieja cuenta pero parece que no se puede y es una lástima ya que tenía cosas ahí que iba a publicar al terminar de actualizar The secretary.

Soy la capitana gelatina intentando armar su casa en un nuevo terreno vacío. Les quiero soldadxs ❤️