Capítulo 1
En el Gran Palacio Dorado de la Serpiente Blanca, el mas grandioso de los tres edificios que eran la máxima autoridad en el imperio, mismos que resguardaban y protegían a los gobernantes que habitaban en ellos, estaba hundido en la desesperación y el tormentoso bullicio de los desesperados soldados.
Bajo las órdenes directas de Pierre De La Rosa, buscaban el tesoro de guerra que se había fugado inteligentemente.
Pues la mujer que se convertiría en la primera consorte y futura emperatriz, abandonó el carruaje donde estaba siendo transportada, tan pronto aquel entró en el magnífico Imperio De La Rosa.
Las doncellas, sirvientes, en especial el cochero y los escoltas que fueron cuidadosamente elegidos para asegurar el tributo de guerra, una mujer noble y princesa de el misterioso Reino De Las Flores, se fugó burlando toda seguridad y ojos puestos en ella.
La noble princesa que el mismísimo emperador exigió como pago tras conquistar al Reino De Las Flores, no dejó ni una sola pista de su paradero.
Todos estaban preocupados y temían por la consorte virgen, debido a la naturaleza de las tierras donde vivían todo tipo de hombres salvajes.
Una mujer tan hermosa como la princesa, no estaría a salvo ni en el mismo Palacio De La Serpiente Blanca.
Bien podría ser víctima de su propia belleza.
Podrían ser rumores quizás, sin embargo nadie sabía cuan exagerados eran todos esos cotilleos que describían a la princesa como una mujer cegadoramente hermosa, con una belleza angelical.
Si aquellas declaraciones fuesen simples mentiras blancas, entonces correría sangre y de la princesa ni un poco de carne quedaría.
Esos pensamientos los compartían todos por igual, ignorantes a la verdad.
La princesa que tanto buscaban, centrando toda su atención y búsqueda en la descripción de una mujer, era un hombre para empezar.
Un atractivo joven hombre dueño de una belleza aterradoramente sin igual, no apta para cualquier par de ojos curiosos.
"Etienne"
Ese era el nombre del humano que había sido invocado meses atrás, en un extraño mundo donde creyó ingenuamente, podría tener una vida completamente diferente.
Etienne era inteligente, calculador y un buen estratega.
Era del tipo que vendería su propia alma con tal de ganar.
Un hombre de naturaleza algo curiosa, estaba escondido, mezclado entre la multitud caótica y curiosa por saber que sucedía.
Admiraba con ojos expectantes y calculadores, los movimientos de los hombres que lo buscaban para decidir cual sería su próximo movimiento.
Tan sumergido estaba en la escena ante sus ojos, que sus instintos agudos no fueron lo suficientemente sensibles para percibir la mirada que reposaba sobre su cuerpo.
Y es que, no muy lejos del caos, la figura imponente de un hombre igual o mas atractivo que Etienne, dueño de un cabello tan blanco como la mas bella flor nacida entre la espesa nieve, poseedor de unos ojos afilados del mismo color de el precioso oro que podían verlo todo, le ordenó a su fiel compañera buscar silenciosamente aquello que perdió.
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El Consorte Masculino©
FantasyMe convertí en la consorte masculina que sería entregada a un emperador tirano, mi final estaba cerca y las banderas de la muerte eran muchas. Se suponía que debían enviar a la mas hermosa princesa, pero en su lugar yo fui entregado. Un emperador qu...